El presidente saliente de Guatemala, Alejandro Giammattei, intervino este martes en la sesión plenaria del 78.º Debate General de la Asamblea de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que se celebra entre los días 19 y 26 de septiembre en Nueva York, EE.UU.
Giammattei aseguró ante la ONU que entregará el poder a Bernardo Arévalo, del Movimiento Semilla, quien resultó electo en los comicios presidenciales del país centroamericano, que tuvieron lugar el pasado 20 de agosto.
“Distinto a la falta de la verdad que hoy hemos escuchado en este podio, entregaré el poder a quien resultó electo por la soberana voluntad mayoritaria del pueblo de Guatemala el próximo 14 de enero, que se cumple mi mandato constitucional”, mencionó.
Sobre el proceso electoral, dijo que estuvo marcado por “acciones de injerencia internacional innecesarias”, porque, indicó, la democracia de Guatemala, “puede que no sea perfecta”, pero ha permitido el principio de alternancia en el poder, en respeto a la Constitución.
“En Guatemala se cumple a cabalidad el principio de alternabilidad en el poder cada cuatro años”, enfatizó.
La participación de Giammattei ante la Asamblea General de la ONU ocurre en plena tensión en Guatemala por el embate de la Fiscalía contra el Movimiento Semilla.
La semana pasada, el socialdemócrata Arévalo, que asegura que se está llevando a cabo un golpe de Estado, anunció la suspensión del proceso de transición con el Gobierno saliente, ante “la situación provocada” por el Ministerio Público y hasta que se restablezcan “las condiciones políticas necesarias”.
Hace varias semanas, el secretario general de la ONU, António Guterres, expresó su “preocupación” por los “intentos de socavar” los resultados de las elecciones.
Por otro lado, durante su intervención, Giammattei abogó por la renovación de la ONU, a fin de que sea una organización que aporte soluciones a los problemas actuales.
“Esta organización no es la mas activa, tenemos inseguridad alimentaria, muertes por guerra, grandes migraciones, entre otros múltiples problemas; por eso hay que hacerla funcionar, debemos trabajar entre todos, necesitamos una organización renovada, que busque soluciones”, manifestó.
Agregó también su deseo de que en el seno de las Naciones Unidas “se busque la paz y el desarrollo humano”.
Asimismo, instó a iniciar “cuanto antes” una cuarta enmienda (después de las hechas en 1963, 1965 y 1973) a la Carta constitutiva de la ONU.
“En esta enmienda debe asegurarse que el reconocimiento a la igualdad soberana de los Estados es una realidad, que la resolución de los conflictos entre países por la vía pacífica sea una obligación, que la energía nuclear sea usada únicamente con fines pacíficos, pero quizás la más importante de todas es que los miembros de las Naciones Unidas no excluyan a nadie”, propuso.
