La Secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, aseguró que la paciencia de los inversores estadounidenses se está agotando en lo referente a las condiciones empresariales de Pekín, que —dijo— deberían ser “predecibles y equitativas”.
Raimondo, que hasta hace cuatro días se encontraba de visita en la capital china con el objetivo de tratar de aliviar las tensas relaciones entre ambos países, declaró que, aunque se realizaron “progresos” en esta cuestión, “no puede haber confianza hasta que las autoridades chinas cumplan sus promesas de abordar las preocupaciones de Washington”.
Así mismo, denunció que el entorno empresarial chino se ha vuelto cada vez más hostil para las empresas estadounidenses, que han sido objeto de redadas y de multas infundadas en los últimos meses.
La visita de la funcionaria norteamericana se enmarca en el intento de la Administración de Biden por reparar la relación con Pekín, que se ha visto entorpecida por el conflicto en Ucrania y las crecientes tensiones en torno a Taiwán, Raimondo aseguró que las empresas estadounidenses están muy interesadas en que la relación funcione.
La Secretaria de Comercio también advirtió que, a menos que mejore la situación, las empresas estadounidenses “van a tomar la decisión de hacer negocios en otros países”. “Por eso fui muy clara con China en que la paciencia se está agotando entre las empresas estadounidenses.
Por su parte, el Gobierno de China señaló que la lista de sanciones comerciales por parte de Estados Unidos no encaja con su discurso sobre no desvincularse de China y establecer una relación estable entre ambos países.
Durante las reuniones de la semana pasada, el Ministro de Comercio de China, Wang Wentao, explicó que medidas unilaterales y proteccionistas, como las subvenciones discriminatorias y las restricciones a la inversión bilateral impuestas por EE.UU. van en contra de las leyes del mercado y la competencia leal.
Wang aseguró que es necesario una cooperación mutua que favorezca los intercambios económicos y comerciales entre ambas países, en lugar de beneficiar a sólo una de las partes bajo el concepto de seguridad nacional.