La comunidad de inteligencia de Estados Unidos cree que el objetivo de la contraofensiva ucraniana, la toma de la ciudad clave sudoriental de Melitópol, no será alcanzado, obstaculizando así su propósito principal: cortar el puente terrestre de Rusia con Crimea antes de fin de este año.
El fracaso podría hacer que los aliados occidentales de Kiev cuestionen la operación, tras haber invertido decenas de miles millones de dólares en apoyarla con armas y equipos bélicos.
Las tropas ucranianas no conseguirán avanzar hasta Melitópol y se quedarán a kilómetros de la ciudad. La Oficina del Director de Inteligencia Nacional de EE.UU. declinó hacer comentarios oficialmente.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, mantuvo una reunión “cerrada” con los principales líderes militares británicos y afirmó que Occidente estaba preparando nuevos paquetes de ayuda militar para Ucrania, incluidos sistemas de defensa aérea.
Desde que lanzó a primeros de junio su contraofensiva —reforzada con armas y equipos occidentales—en varias secciones del frente, Kiev ha perdido más de 43 mil soldados y más de mil 800 tanques y otros blindados, según datos de Moscú.
Las autoridades de Kiev han reconocido las dificultades, que achacan a los retrasos en la ayuda militar occidental, a la falta de apoyo aéreo, y a los extensos campos minados por los rusos. En las últimas semanas, numerosos medios de comunicación occidentales han informado que los aliados de Kiev estaban poco impresionados o directamente “alarmados” por el lento progreso de las tropas ucranianas en el campo de batalla.
