México ocupa el puesto 14 en la lista de economías a nivel mundial. El PIB per cápita es un muy buen índicador del nivel de vida y en el caso de México, en 2022, fue de 10.590 euros, con el que se sitúa en el puesto 67 del ranking. Sus habitantes tienen un bajo nivel de vida en relación al resto de los 196 países del ranking de PIB per cápita. A ello se le une el hecho de salario medio de los mexicano es uno de los más bajos del mundo.
Actualmente el país es gobernado por Morena, un partido izquierdista que llegó a la silla del poder jurándole “con el corazón en la mano” a los mexicanos, que velaría por su bienestar, que terminaría con la corrpución, que tendrían un sistema de salud como el de Dinamarca, que tendrían seguridad y que crearía obras públicas gigantescas que beneficiarían en gran medida la vida de los mexicanos.
En el combate a la corrpución hay varios casos que señalar. El primero y más importante son sus precampañas. Para nadie es noticia que los candidatos de Morena están realizano campañas nacionales supuestamente para elegir al nuevo “Coordinador Nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación”, sin embargo, sabemos a ciencia cierta, que no se trata de eso, sino de la elección del candidato de Morena que peleará la presidencia en el 2024. Desde mediados de 2022, empezaron a haber denuncias sobre la precampaña de Claudia Sheinbaum, y actualmente es una pelea entre Adán Augusto, Sheinbaum y Marcelo Ebrard. Se trata de una violación descarada a la ley electoral, corrupción legalizada por tratarse del partido de AMLO.
Además, los programas del Bienestar fundados por AMLO son otro de los casos más descarados de corrupción de su gobiernos. De acuerdo con “Mexicanos contra la corrupción y la impunidad” y al informe de la Auditoría Superior de la Federación, la Secretaría del Bienestar pagó 48 millones de pensión a 13 mil 366 muertos. ¿Dónde está ese dinero? En los espectaculares, las pintas, las giras nacionales y los pagos a medios de comunicación que promueven a los candidatos de Morena.
En el caso del sistema de salud mejor que el de Dinamarca, bien dijeron Isabella González y David Marcial para el diario El País: “De la promesa de un sistema de salud como Dinamarca a la desaparición del Insabi: el ocaso de una de las grandes apuestas de López Obrador”.
El 1 de diciembre de 2018, AMLO prometió en el Zócalo de la ciudad: “Se hará realidad el derecho a la salud”, juró y per juró que garantizaría a los mexicanos la atención médica, medicamentos gratuitos y que daría prioridad a las regiones pobres del país. Y para cumplir con su promesa, creó en novimiebre de 2019 el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) y desapareció el Seguro Popular creado en 2003 por Vicente Fox. El INSABI centralizaba los recursos del Seguro Popular — tanto los del Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos que financiaba la atención de enfermedades graves, como el presupuesto asignado a los Estados—. Tras cuatro años de funcionamiento cuestionable, el INSABI también fue desaparecido. Las denuncias sobre el desabasto de medicamentos venían de los 32 estados que conforman a nuestro país; además de múltiples casos de negligencia, colapso de infraestructura, la exhibición de contratos millonarios a empresas encargadas de dar mantenimiento a los centros de salud que no se cumplían, y un largo etcétera.
Actualmente existen protestas de agentes de la salud por múltiples irregularidades en el sistema de salud, desde el pago de sus labores, hasta el desabasto de medicamentos. La Ciudad de México se ha visto paralizada más de una vez en las últimas semanas por el hartazgo de los trabajadores de la salud. Con esto podemos deducir qué tanto cumplió su promesa sobre el sistema de salud.
La seguridad es de los temas más cuestionables en el gobierno de López Obrador. “Gobierno de AMLO es ya el más violento: Impone récord histórico con 156 mil 136 asesinatos”, publicó El Universal el 25 de mayo de 2023. Esos asesinatos corresponden de diciembre del 2018 al 24 de mayo de 2023. De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp) y del Reporte Diario de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), la llamada Cuarta Transformación, creadora de la estrategia “Abrazos, no balazos”, superó las 156 mil 066 víctimas de homicidio doloso contabilizadas en el sexenio del priista de Enrique Peña Nieto, que tenía la marca como el más sangriento.
Otro de los indicadores de la inseguridad en el país es el registro de desapariciones. En febrero de 2023 El Economista escribió: “Se agudizan desapariciones en 12 estados de México”.El país cerró el 2022 con más de 110 mil 000 personas desaparecidas. Especialistas en materia de defensa de los derechos han criticado ampliamente que el país no cuenta con una política para la reducción de casos de desaparición. Incluso consideraron abiertamente preocupante las políticas de militarización que se han extendido y profundizado a lo largo del sexenio, pues aseguraron: “no es una política eficaz para reducir las desapariciones y también genera mayores riesgos a violaciones a derechos humanos”.
Finalmente, respecto a su promesa de las obras gigantescas que beneficiarían al país, sabemos que existe el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), la refinería Dos Bocas y el Tren Maya.
El secretario de hacienda declaró en agosto del 2022: “Las finanzas de México están sintiendo la presión de los aumentos en los costos de financiamiento de las mega obras de infraestructura promovidas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, a medida que los plazos para concluirlas se acumulan hacia el final de su mandato”.
Tan solo los costos del Tren Maya —una vía férrera de casi mil 600 kilómetros que atraviesa la península de Yucatán—, están muy por encima del presupuesto inicial y calculan que terminará costando hasta 20 mil millones de dólares; 70% más de lo planeado.
Dos Bocas también se disparó fuera de control para alcanzar cerca de 18 mil millones de dólares, duplicando con crecer su precio original (sin contar que los inversionistas dicen que el costo podría elevarse aún).
Esto y más, indica su gasto público “bajo” bautizado como austeridad franciscana no fue tan “bajo” en realidad. Y tal y como lo dijo el secretario de Hacienda, quién paga esos ajustes, es el país, su economía y todo aquello sostenido por la misma.
Y después de este breve análisis de lo prometido y lo cumplido, podemos decir abiertamente que a Morena no le importa un bledo que el país esté colapsando. Sus intereses y por ende sus esfuerzos —humanos y económicos— están concentrados abiertamente en la campaña de sus candidatos. Solo se preocupan por mantenerse en el poder y no en mejorar la vida de los mexicanos.
Tan solo en espectaculares, Reforma realizó un recorrido por las principales avenidas de la Ciudad de México (CDMX), Monterrey y Guadalajara; detectó al menos 170 espectaculares de Adán Augusto, Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Manuel Velasco. Señaló que un anuncio espectacular puede costar entre 20 mil pesos, en algunas ciudades, y hasta 40 mil pesos como en la CDMX; “Con un promedio de 30 mil pesos y contrato mínimo por 3 meses de exposición, cada espectacular costaría 90 mil pesos”.
“El exsecretario de Gobernación (Segob) es quien más dinero ha sacado de su bolsillo, ya que cuenta con 108 espectaculares que suman 9 millones 700 mil pesos; Claudia Sheinbaum tiene 34 con un costo aproximado de 3 millones de pesos (mdp); Marcelo Ebrard cuenta con 24 con un costo de 2 millones 100 mil pesos; y Manuel Velasco solamente tiene curao espectaculares y desembolso 360 mil pesos.Por lo que las “corcholatas” han gastado 15 millones 160 mil pesos en total para promocionar su imagen en los espectaculares”, se lee en una nota publicada el 14 de julio del 2023.
No hablaremos del resto de derroche publicitario de los aspirantes porque no existen más datos duros, pero basta con darse un paseo por su ciudad — me atrevo a decir que no importa cuál sea desde donde lean este artículo—, para ver las pintas, microperforados, lonas, entrevistas en los medios locales y hasta eventos masivos, que se encargan de promocionar la imagen de los candidatos.
El país está colapsando, en los primeros años de gobierno servía echarle la culpa a los anteriores de dejar al país hecho un desastre. A prácticamente seis años de estar en el poder, ese sermón no sirve. Ninguno, de hecho. Los hechos dicen más que las palabras y en este caso, las cifras desde homicidios hasta de contratos millonarios a empresas fantasmas, dicen mucho sobre la Cuarta Transformación.
