Se han entregado más de 2 mil piezas de equipo y armamento, incluidos cientos de tanques, sistemas de lanzacohetes múltiples Grad y Uragan, sistemas antiaéreos Pantsir, sistemas de artillería autopropulsada, vehículos blindados de transporte de tropas y otros, comunicó el Ministerio de Defensa de Rusia.
Asimismo, se han transferido más de 2 mil toneladas de municiones de diversos tipos y unas 20 mil armas ligeras. De acuerdo con el ente, todos los materiales y armas se transportan a las zonas de retaguardia, donde las unidades de mantenimiento de las FFAA rusas realizan trabajos correspondientes y los preparan para su uso ulterior.
Entre los equipos transferidos, decenas de unidades nunca se han utilizado en condiciones de combate.
En la noche del 23 al 24 de junio, las fuerzas del Grupo Wagner capturaron el cuartel general del Distrito Militar Sur de Rusia, en la ciudad de Rostov del Don. Esto sucedió luego de las declaraciones del jefe de la empresa privada militar Wagner, Evgueni Prigozhin, de que las FFAA rusas supuestamente lanzaron ataques con misiles contra los campamentos de Wagner, algo que tanto el Ministerio de Defensa como el Servicio Federal de Seguridad (FSB) ruso negaron.
El ministro de Defensa ruso afirma que el motín fracasó gracias a la lealtad de los militares. El motín armado se detuvo gracias a las intensas negociaciones que, en coordinación con el presidente ruso, Vladímir Putin, fueron mediadas por el mandatario bielorruso, Alexandr Lukashenko, durante todo el sábado 24 de junio. Como resultado, Prigozhin accedió trasladarse a Bielorrusia, mientras que a los combatientes que no participaron en la rebelión se les ofreció firmar un contrato con el Ministerio de Defensa ruso, y el resto de los militantes del Grupo Wagner serán absueltos.
El 10 de julio, el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, declaró que Putin mantuvo una reunión con Prigozhin el pasado 29 de junio en el Kremlin.