La sequía y la histórica ola de calor que azotan este mes a México han dejado al descubierto los vestigios de un templo dominico del siglo XVI en Chiapas, que estaba sumergido en una presa.
Tras casi un mes con temperaturas que superan los 40 grados, la presa Malpaso o Nezahualcóyotl, en el estado de Chiapas, ha bajado sus niveles, con lo que ha revelado un tesoro arqueológico, aunque también ha afectado a más de 500 granjas de crías de peces Tilapia.
Los niveles de agua descendieron unos 25 metros de altura, lo que expuso las ruinas de la iglesia Santiago Apóstol, en el antiguo pueblo de Quechula, actual municipio de Tecpatán, heredero de la cultura Olmeca, la más antigua civilización de México.
Esta es la segunda ocasión, después de 20 años, en la que ocurre este fenómeno desde que quedó sumergida en 1966 tras la construcción de la presa, donde se observan los vestigios del templo dominico que fascina a exploradores e historiadores.
El fenómeno atrajo a curiosas como María Sarmiento Pérez, originaria de Tuxtla Gutiérrez, capital de Chiapas, que ha escuchado por años las historias de esta ciudad a través de su yerno.
“Siempre me decía que viniéramos, pero no (pude) hasta que hoy se nos dio la oportunidad de venir, está muy bonito”, expresó la mujer a EFE.
El templo es considerado un centro ceremonial, pues cada año feligreses realizan procesiones hacia la presa para llevar ofrendas.
Por la sequía, en estos días cientos de personas han ingresado a pie, en motos y camionetas hasta la entrada del templo, donde algunos llegan a persignarse y otros más a tomar fotografías.