El Consejo Nacional del partido oficialista Morena emitió el domingo 11 de junio las reglas para elegir su candidato que contenderá en las elecciones presidenciales que se celebrarán el próximo año.
El documento titulado “Acuerdo del Consejo Nacional de Morena para que de manera imparcial, democrática, unitaria y transparente se logre profundizar y dar continuidad a la Cuarta Transformación de la Vida Pública de México”, determina el actuar de los candidatos, pero los hechos contradicen las intenciones democráticas expuestas en el mismo.
El proceso interno se establece, que iniciará con la determinación de las reglas y el registro de aspirantes los cual deberá ocurrir entre 12 y 16 de junio. Eso es una falacia, porque desde julio de 2021, Andrés Manuel López Obrador dio a conocer a sus posibles sucesores, bautizándolos despectivamente con el apodo de “corcholatas”. Y como toda corcholata, salta de la botella solo si hay quien lo catapulte, como se hizo en las conferencias de prensa del gobierno federal.
Hay cuatro morenistas que quieren ser candidatos: Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard ex secretario de Relaciones Exteriores, Adán Augusto López, Secretario de Gobernación y Ricardo Monreal, coordinador de morenistas en el Senado; aunque para muchos analistas, es claro que la competencia se centra entre Sheinbaum y Ebrard.
Desde que que López Obrador destapó a las corcholatas ha hecho campaña a favor de Claudia Sheinbaum, en innumerables ocasiones y formas a pesar de los graves errores de su gobierno al frente de la CDMX como es el caso de la falta de mantenimiento al metro que ocasionó el derrumbe de la Línea 12 en 2021.
De esta forma, AMLO ha condicionado durante al menos dos años la opinión de los simpatizantes de su partido y de los que dicen aprobar su gestión como presidente.
Del 19 de junio al 27 de agosto los aspirantes llevarán a cabo recorridos de trabajo “para informar sobre los logros de la 4° Transformación y promover la democracia”. Aunque los recorridos proselitistas de los morenistas comenzaron desde al menos 2021. La que se adelantó a los tiempos con el respaldo de AMLO fue Sheinbaum, y le siguió el titular de SEGOB quien comenzó más o menos a mediados de 2022. Y en los últimos meses de manera mucho más discreta y moderada hizo lo mismo Ebrard.
En el documento del Consejo Político de Morena también establecen que “solo podrán participar las personas invitadas”, lo que en realidad quieren decir es que nadie podrá participar si no ha sido palomeado por López Obrador, lo cual ya deja coja la libertad y democracia de la contienda interna de Morena.
Quien participe en ese proceso deberá firmar un documento donde se comprometa a “respetar y aceptar los resultados y comprometerse a apoyar al ganador”. Esto coarta el libre albedrío que tiene cada ciudadano mexicano de votar y ser votado establecido por la Constitución Política de México.
El propósito es evitar la ruptura porque el partido oficialista no resistiría que por ejemplo Ebrard busque una candidatura por otro partido si no resulta ganador en la contienda interna de Morena y eso se debe a la disminución de votos a favor de la cuarta transformación.
Se exige que los contendientes “deben comportarse de manera austera, sin derroche de gastos publicitarios ni propagandísticos y rechazar toda práctica antidemocrática como el acarreo, coerción, y alianzas con grupos o personas a cambio de prebendas”.
El derroche de recursos ya ocurrió, es un hecho consumado. Desde noviembre de 2021, Claudia Sheinbaum siendo jefa de gobierno de la Ciudad de México, hace giras por diversos estados de la república haciendo alarde de que los gastos son de su bolsillo.
Está documentado con pruebas fotográficas que al menos desde junio de 2022 comenzó una fuerte campaña proselitista con el eslogan “#Es Claudia” y “Claudia Te AMLO”. La publicidad ha costado millones de pesos con la impresión de camisetas, pinta de bardas y compra masiva de espacios publicitarios en varios estados de la República: Ciudad de México, Guanajuato, Sinaloa, Baja California, Puebla, San Luis Potosí Quintana Roo, Veracruz, y varios más.
En diciembre de 2022 el equipo de Ebrard denunció la existencia de al menos 700 anuncios colocados en las avenidas de las ciudades más importantes del país que tenían un costo en el mercado publicitario de 28 millones de pesos.
Adán y Marcelo también han sido apoyados por propaganda, es un hecho aunque, de manera mucho menos opulenta, vistosa y por menos tiempo.
También “se evitarán debates públicos y polémicas, acciones de desprestigio, descalificación o agresión entre aspirantes. Sus seguidores deben cumplir estrictamente la misma regla”. Estos significa prohibir el debate entre sus miembros, impidiendo a los simpatizantes y ciudadanos en general poder conocer las ideas de los aspirantes, fuera del discurso prefabricado.
También “evitarán los medios reaccionarios, conservadores, adversarios de la Cuarta Transformación y partidarios del viejo régimen” indica otra de las reglas relacionadas a la promoción que haga cada aspirante, por lo que, el periodista Carlos Loret de Mola ya denunció la censura contra Latinus y el favoritismo hacia medios de comunicación oficialistas.
Finalmente señala el documento que los funcionarios “se abstendrán de involucrarse de forma alguna ni manifestarse a favor o en contra; aunque el presidente de la República y los titulares de su gabinete, los gobernadores, alcaldes, presidentes municipales y sus colaboradores de primer nivel, así como, los Coordinadores de bancadas de MORENA en el congreso federal y los estatales ya se pronunciaron.
Establecer estas reglas que ya fueron rotas de antemano, es inútil. Apenas unas horas antes del anuncio de las “reglas” los gobernantes de Guerrero, Colima, Oaxaca, Tamaulipas, Quintana Roo, Campeche, Veracruz, a través de sus cuentas oficiales de Twitter, manifestaron su apoyo a Sheinbaum en una típica cargada.
El próximo 6 de septiembre se determinará el candidato de Morena, pero el presidente de la república mexicana se elegirá el 2 de junio del 2024.
Con información DW