El canciller de Alemania Olaf Scholz recibió los reclamos de manifestantes, quienes lo acusaron de ser un “instigador de la guerra”, “mentiroso y “bandido”, por la posición de Alemania en torno a la guerra en Ucrania.
Las protestas ocurrieron cuando Scholz asistía a un acto del Partido Socialdemócrata de Alemania en Falkensee, estado federado de Brandeburgo. Las expresiones de repudio fueron coreadas por unos trecientos asistentes al evento, instando al canciller a “crear una paz sin armas”.
En su participación el político alemán defendió el envío de armas y ayuda militar a Ucrania, justificando que “esto es necesario cuando un país es atacado, entonces tiene que poder defenderse”. Alemania es el primer país europeo en recesión, enfrentando graves problemas económicos que deterioran el nivel de vida de su población.