México, es el mayor receptor de remesas de la región de América Latina y el segundo del mundo, 4.9 millones de hogares y 11.1 millones de adultos recibieron remesas de sus familiares en el exterior en 2020.
De acuerdo con cifras del Banco Mundial, México habría registrado una entrada récord de remesas de unos 60 mil 300 millones de dólares en 2022, lo que representa un crecimiento del 11 por ciento con respecto al año anterior. Aunque para muchos hogares significa un alivio económico, algunos expertos observan esta tendencia con preocupación.
Las remesas, es decir, el dinero transferido por los migrantes a sus familiares en sus países de origen, son un factor económico indispensable para muchas familias, la tasa de crecimiento de las remesas aumenta continuamente. Entre 2019 y 2021, América Latina y el Caribe fue la región del mundo con el mayor aumento en la tasa de remesas, en contra del pronóstico inicial del Banco Mundial, que preveía una caída de las transferencias durante la pandemia del COVID-19. En términos absolutos, en 2022, se enviaron a América Latina y el Caribe 142 mil millones de dólares en remesas.
Las remesas no son una solución a los problemas de probreza y falta de mpleo porque los ingresos no son invertidos de manera sostenible, son sólo un apoyo para la subsistencia de la economía.