A pesar de tener un historial negro en la política poblana, Rodrigo Abdala Dartigues, delegado de la Secretaría de Bienestar Federal en Puebla, informó que tiene en mente participar por la candidatura a la gubernatura del estado en 2024.
Afirmó que por ahora solo está concentrado en las labores de la dependencia federal, pero la aspiración está en su mente.
«Qué mejor honor, qué mejor oportunidad, qué mayor privilegio de alguien que se ha formado en esta trinchera que gobernar el estado (…), sería un honor, sería un verdadero privilegio gobernar mi estado, esa es una aspiración; pero mi mente está en los programas, mi mente está en seguir fortaleciendo la Cuarta Transformación».
Para competir por un cargo de elección popular dentro del Movimiento Regeneración Nacional, se debe definir por medio de una encuesta interna, en la cual Abdala mencionó le interesaría participar y respetará en caso de que le nieguen la oportunidad.
Dijo que hay piso parejo en Morena, tras desechar la posibilidad de que exista un favorito por parte del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien –dijo– siempre ha mostrado apertura y respeto de las decisiones de la mayoría.
También, rechazó que la relación cercana que guarda con el director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett Díaz, pudiera beneficiarse de alguna forma en el proceso de definición, ya que –dijo– tampoco lo ha favorecido en el pasado.
Abdala Dartigues es reconocido por sus fracasos como:
- La elección de 2021, cuando renunció a su cargo para operar para Claudia Rivera Vivanco en su fallida aventura por la reelección en el ayuntamiento de Puebla.
2.-La famosa consulta popular del pasado 1 de agosto para castigar a algunos expresidentes de la República, que él promovió en el estado, no tuvo la convocatoria esperada.
3.- Su pésima estrategia para vacunar a personas de la tercera edad en Tehuacán, en donde solo 24 mil ‘abuelitos’ se vacunaron, por lo que poco más de tres mil dosis fueron reintegradas al Gobierno del Estado para que fueran enviadas a otros municipios.
4.- Malos usos de los programas sociales federales.