Continúa la toma del poder a la mala y Morena ya da pasos firmes al proceso de elección que se avecina, pues pese al cúmulo de protestas nuevamente escuchamos sobre el Plan B a la Reforma Electoral, que por si ya la olvidaron plantea la reestructuración del Instituto Nacional Electoral (INE), lo que implica la liquidación de trabajadores especializados en materia electoral.
La institución que le dio el gane a 18 años de campaña de Andrés Manuel López Obrador, hoy se ve perjudicada por el mandatario que insiste en derrocar la democracia y hacerla a su modo, promoviendo, por ejemplo, la campaña de Claudia Sheinbaum, de la misma manera en que él hizo la suya tiempo atrás, ahora descaradamente con recursos del pueblo mismo.
Aún con ello la Suprema Corte de Justicia será la encargada de resolver las impugnaciones contra la reforma electoral antes del mes de junio, para saber si estas se aplicarán o no al proceso electoral de 2024. Ya lo sabremos el próximo 17 de abril, día en que se realizará una audiencia incidental.
No obstante, no podemos perder de vista que limitar las funciones del INE es una garantía de que la elección no será limpia o neutra y por tanto son violados los derechos políticos de los electores.