La presidenta municipal de Izúcar de Matamoros, Irene Olea Torres, se deslindó de la agresión física y sexual que policías a su cargo cometieron contra dos mujeres periodistas que cubrían una marcha en el marco del Día Internacional de la Mujer, el pasado 10 de marzo.
Dijo fue hasta 18 días después cuando supo sobre lo ocurrido, incluso, argumentó que de haberse enterado antes hubiera dado una disculpa a las dos jóvenes —que denunciaron agresiones en su contra por parte de elementos que afirmaron tener instrucciones de “la jefa”, en alusión a la misma alcaldesa—.
“Con relación a los sucesos ocurridos el 10 de marzo, giré formalmente una instrucción a la Contraloría Municipal para que este órgano interno de control iniciara una investigación, misma que se encuentra en curso.
“Me manifesto en total disposición personal y en equipo para colaborar con las autoridades ministeriales que actualmente se encuentran investigando los presuntos hechos. Los sucesos denunciados deben ser investigados a profundidad, tal y como se marca en el artículo 21 de la Carta Magna, esto será hecho por el Ministerio Público. Soy la primera persona interesada de que se conozca la verdad de estos hechos, les aseguro que aplicaré mano dura para castigar a los responsables, si así fuera el caso”, comentó.
Finalmente, dijo que su conducta siempre ha estado apegada al marco jurídico, además de que reprobó cualquier tipo de violencia dirigida a las niñas, a las adolescentes, a las jóvenes y a cualquier mujer.