Por Leticia Montagner
Comer aguacates reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, según un estudio publicado por la revista de la Asociación Estadounidense del Corazón, ya que su alto contenido en fibra y en grasas insaturadas estarían detrás de este efecto sobre factores como el control del colesterol, que ya se habían observado en ensayos clínicos anteriores.
La conclusión llegó de un estudio de observación que siguió a 68 mil 780 mujeres y 41 mil 700 hombres durante 30 años donde se detectaron 9 mil 185 casos de enfermedad coronaria y 5 mil 290 accidentes cerebrovasculares.
Después de tomar en cuenta varios factores de riesgo cardiovascular y de la dieta de los participantes, los autores del trabajo, encabezados por Lorena Pacheco, del Departamento de Nutrición de la Escuela T.H. Chan de Salud Pública de Harvard, calcularon que tomar dos veces a la semana raciones equivalentes a medio aguacate reducía un 16 % el riesgo de sufrir estas dolencias frente a los que no comen nunca esta fruta.
Sin embargo, no se vio una diferencia significativa en el número de accidentes cerebrovasculares.
De acuerdo al diario español El País, el estudio tuvo limitaciones porque, más allá de la relación que se observa, no fue posible establecer una relación de causa y efecto entre el consumo de aguacate y el riesgo cardiovascular.
No obstante, Pacheco apuntó que existen potenciales mecanismos biológicos por los que los aguacates ejercen sus beneficios cardio protectores. El ácido graso mono insaturado principal que se encuentra en los aguacates es el ácido oleico es una grasa saludable que ayuda a reducir la hipertensión, la inflamación y la sensibilidad a la insulina.
Además, añadió, los aguacates contienen esteroles vegetales y fibra soluble, que podrían llevar a unos niveles inferiores de colesterol malo.
Pacheco destacó el interés de productos como los aguacates para sustituir otro tipo de alimentos con grasas saturadas porque son una fruta bien aceptada y en muchos casos, la parte más difícil del cambio de dieta no es saber qué alimentos son mejores, algo que puede ser sencillo, sino ser capaz de introducirlos en las comidas cotidianas frente a otros que resultan más apetecibles.
No obstante, igual que sucede con otros alimentos, la forma en que se consume es importante. Hay gente que consume el aguacate en forma de guacamole. En esos casos, hay una tendencia a tomar demasiado, habitualmente en combinación con otras comidas grasas como los ‘chips’ y a que proporcionen demasiadas calorías, indicó.
La incorporación adecuada a la dieta consistiría, según la autora del estudio, en incluir los aguacates como alternativa frente a peores fuentes de grasa como la mantequilla o el tocino.
Los autores del análisis vieron que los aguacates tienen un efecto sobre el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares similar al consumo de frutos secos o aceite de oliva, dos tipos de comida ricos también en ácido oleico.
Esta fruta originaria de Centroamérica y América del Sur estaba presente en la alimentación de los habitantes de la región siglos antes de la llegada de los españoles. Sin embargo, en algunos países, la producción de aguacates tiene un elevado impacto medioambiental.
En el mercado globalizado, su producción requiere grandes cantidades de agua y tiene una huella de carbono elevada al viajar largas distancias desde países como México a Estados Unidos o Europa.
Según muestran Pacheco y sus colaboradores, es posible consumir aguacates de origen local y durante su temporada de producción y buscar alternativas con efectos similares.
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