Si bien el gobierno ha manifestado que ha logrado contener la inflación, la realidad, como una bofetada, nos dice que esto no se ve reflejado en los precios de la canasta básica, pues tan solo de enero a la primera quincena de marzo de 2023, se tuvo un incremento del 24.1% en el estado.
En enero el valor de una despensa con 40 productos era de mil 325 pesos, en febrero, subió a mil 452 pesos, y para los primeros quince días de marzo, alcanzó los mil 679 pesos.
El incremento en el precio de la canasta básica afecta a las personas de menos ingresos, pues los precios de los alimentos han alcanzado un alza que deja a más de dos terceras partes de los consumidores sin poder adquirirlos.
La clase trabajadora mexicana se encuentra casi imposibilitada para destinar recursos a la vivienda, vestido y transporte, pues su principal preocupación es satisfacer la carencia de alimentos que hay en sus hogares por la falta de ingresos suficientes.
Hay en Puebla y a nivel nacional, la nula intención de implementar acciones gubernamentales para tratar de apoyar a las clases desfavorecidas por el incremento de los precios; bien podrían pagar más los dueños de las grandes empresas o bien regular los costos de los productos del mercado, de modo que sean accesibles para todos.