Contrario a su tradición conservadora, el Congreso de Puebla se colocó en la vanguardia, al aprobar las leyes Ácida y Monzón, para castigar hasta con 40 años de cárcel a quien arroje ácido a una mujer y para retirar la patria potestad a padres feminicidas.
Este jueves, la sede del Poder Legislativo, tapiada ante la marcha feminista del 8 de marzo, se transformó en escenario mundial de la lucha por el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, con la presencia de las sobrevivientes, invitadas especiales a la sesión.
Además de la saxofonista oaxaqueña María Elena Ríos, el presidente de la Mesa Directiva del Congreso, Néstor Camarillo, dio la bienvenida a Carmen Sánchez y Esmeralda Millán, todas sobrevivientes de violencia ácida.
Sin embargo, cuando la Ley Ácida fue aprobada por el Pleno, María Elena Ríos tomó la palabra desde las galerías, para recordar que los ataques con ácido no son hechos aislados, al sumar más 200 denuncias.
Sin embargo, por la normatividad del Congreso, los integrantes de la Mesa Directiva le pidieron detener su participación, para continuar con el proceso legislativo.
Al concluir la sesión, María Elena Ríos advirtió que un ataque con ácido solamente se entiende cuando se sobrevive a las quemaduras.
Por su parte, Carmen Sánchez, presidenta de la fundación del mismo nombre, dedicada a prevenir la violencia ácida, pidió a la Fiscalía de Puebla que acelere la justicia para Esmeralda Millán, víctima de un ataque con ácido en 2018, en el fraccionamiento Misiones de San Francisco.
¡Qué se lea Ley Monzón!
Desde la tribuna, la diputada Mónica Silva defendió que las reformas aprobadas para retirar la patria potestad a los feminicidas, lleven el nombre de Cecilia Monzón Pérez, ejecutada en San Pedro Cholula por órdenes de su ex pareja, Javier N.
La semana pasada, durante la aprobación de la iniciativa en comisiones, el presidente de la Junta de Coordinación Política, Eduardo Castillo, aseveró que “las leyes no llevan nombre”, lo que causó extrañeza entre diputadas y activistas.
La Ley Monzón, que retira la patria potestad a feminicidas, “representa mucho para la memoria de las víctimas de feminicidio, pero sobre todo para sus familias, hijas e hijos”, aseveró Mónica Silva.
En tanto, la abogada Helena Monzón, hermana de Cecilia, envió un reconocimiento desde España para la Legislatura poblana, mediante un mensaje en Twitter:
“Es oficial y esto es sólo el comienzo. Todas las infancias de México merecen las mismas garantías y que su interés superior prevalezca en casos de feminicidio perpetrado por el padre. Gracias al Congreso de Puebla por asumir el reto”.
Afuera del Congreso de Puebla, el grito feminista retumbó en las ventanas tapiadas: “¡Qué se lea Ley Monzón!”
