Por Leticia Montagner
El mundo de los científicos seguramente anda de cabeza: Proponen como solución al calentamiento global y el cambio climático lanzar una enorme nube de polvo desde la Luna al espacio para aliviarlo.
Los científicos proponen crear una ‘sombrilla’ de 10 millones de toneladas contra el cambio climático. Proponen lanzarlo desde la órbita para enfriar la Tierra.
De acuerdo al diario español El País, se capta la idea a la primera. Unos investigadores han hecho cálculos y todo cuadra. Si se ponen minas explosivas en la Luna y lanza millones de toneladas de polvo hacia nuestra estrella, se creará un parasol que reducirá el calentamiento que amenaza nuestra existencia en la Tierra.
Y habría que hacerlo de forma continuada, porque el polvo se esparciría por el espacio. Es decir, cada día, otro gran chorro de polvo lunar. Lo han publicado en una revista científica, de ahí que medios de todo el mundo lo hayan contado.
¿El problema? Que es el equivalente científico a dibujar un garabato en una servilleta, cuando la emergencia climática es para ayer. Y esos titulares regalan la percepción de que el calentamiento del planeta y sus devastadoras consecuencias igual tienen un arreglo tecnológico, en lugar del gigantesco esfuerzo global que requiere tumbar de una vez las emisiones de gases de efecto invernadero.
Este tipo de ensoñaciones abstractas ofrece un atajo psicológico a quienes viven negando la urgencia. Los autores del estudio no niegan la necesidad de reducir las emisiones, pero defienden su idea. Nuestra solución del escudo de polvo simplemente nos compraría más tiempo, asegura Benjamín Bromley, de la Universidad de Utah, recoge New Scientist.
¿Tiempo? ¿Cómo nos va a comprar tiempo un plan que se lograría más lejos en el tiempo que las consecuencias del problema? ¿En qué década o siglo podría ponerse en marcha una misión así, cuando llevamos 40 años sin siquiera pisar la Luna? ¿Qué parte de la palabra emergencia no estamos entendiendo?
Las soluciones reales se deben adoptar hoy, mañana, en este lustro. Además, ¿cuánto costaría un proyecto espacial de ese calibre faraónico?
Bromley asegura: No somos expertos en el cambio climático, ni en la ciencia espacial necesaria para mover masa de un lugar a otro. Simplemente, estamos explorando diferentes tipos de polvo en una variedad de órbitas para ver si este enfoque podría ser efectivo. No queremos dejar pasar un punto de inflexión revolucionario para un problema tan crítico.
No saben de lo que hablan, lo reconocen pues son astrofísicos teóricos, pero igual se produce la magia. En el diario estadounidense The Washington Post reseñan este estudio, pero también hablan con especialistas que le hacen un traje, como Alan Robock, que lo considera bastante irresponsable:
El cambio climático global debido a los gases de efecto invernadero es un problema real, pero existe una solución mucho más simple, segura y económica: dejar los combustibles fósiles bajo tierra y hacer funcionar el mundo con energía solar y eólica, hay suficiente para suministrar energía para todos.
También es muy expresiva Joanna Haigh del Imperial College de Londres, cuando responde que quizá el principal problema sea la sugerencia de que la aplicación de estos planes resolverá la crisis climática, cuando lo único que hace es dar a los contaminadores una excusa para no actuar.
Stuart Haszeldine, de la Universidad de Edimburgo, lo resume así: Existen métodos más fáciles para disminuir el calentamiento de la Tierra, y los humanos deberían aplicarlos ahora para reparar el clima.
Este tipo de ideas se engloban bajo el ambiguo paraguas de la geoingeniería. Y se suelen dividir en dos grupos: las que aspiran a retirar gases de la atmósfera y las que pretenden ponernos sombrillas contra el Sol.
Las hay serias, más o menos factibles y desarrolladas. Por ejemplo, inyectar químicos en la atmósfera o capturar CO₂. El debate científico sobre si vale la pena intentarlo dura ya décadas: que si hará descarrilar los planes de frenar emisiones, que si ayuda un poco, que si puede tener consecuencias inesperadas.
Como finaliza en El País, el autor del artículo cuando señaló que no pretende dar carpetazo a complejas controversias, pero disparar toneladas de arena selenita hacia el espacio y que se publiquen titulares con la palabra ‘solución’ es demasiado y merece una reflexión de lo que está pasando en el mundo.
leticia_montagner@hotmail.com
