Lo que vimos desfilar en el Salón Country Club de la capital con Ignacio Mier Velázco este domingo fue un destape descarado al más viejo estilo: la gente traida en camiones, los políticos exiliados de todos los colores en primera fila, los que buscan ‘colgarse’ con miras a posicionarse, etc.
Pero, hubo que aprenderle bien al presidente Andrés Manuel López Obrador y a su corcholata favorita, Claudia Sheinbaum, para posicionarse sin que el Instituto Nacional Electoral le llame la atención.
Y, para eso, ¡qué mejor que una asociación nacida por arte de magia!
¿Cuál? El Instituto Mexicano para la Transformación de lae Vida Pública AC, claro. Este, casualmente, tiene como presidente a Mier Velazco.
El evento, que dicen congregó a alrededor de 5 mil gentes, tuvo entre sus principales invitados al exsecretario de Gobierno y exdiputado federal del extinto Partido Encuentro Social (PES), Fernando Manzanilla Prieto; Juan Pablo Piña Kurczyn, hijo del exgobernador Mariano Piña Olaya; los expriistas Luis Antonio Godina Herrera e Iván Galindo Castillejos; la exlegisladora petista, María del Carmen Cabrera Camacho y la perredista Liliana Luna Aguirre.
De los morenistas, se mostraron muy atentos el diputado Alejandro Carvajal, quien desde las pasadas elecciones sueña con ser alcalde de Puebla; por supuesto, su hija, Daniela Mier Bañuelos, actual diputada local, junto con José Iván Herrera Villagómez y Carlos Alberto Evangelista Aniceto.
En el evento, no dejaron de decir que Ignacio Mier es una especie de ‘iluminado’ y el único capáz de “cambiar la situación del estado y dar continuidad a la Cuarta Transformación”. Para dejarlo en claro, recurrieron a retazos de discursos de AMLO en donde se expresa del político poblano.
Y, cuando llegó Mier, el descaro planeado no podía ser menos: ¡Nacho gobernador! Y el circo transcurrió entre las formalidades de presentar a sus operadores políticos: ¿la sorpresa? ¡Ningún morenista!