Alberto Otárola, presidente del Consejo de Ministros de Dina Boluarte, se vio obligado a salir del legislativo en compañía de los demás funcionarios, mientras le gritaban “asesinos” a los miembros del Gabinete, por lo que, suspenden la sesión del Congreso de Perú.
El presidente del Consejo de Ministros de Perú, Alberto Otárola, se presentó este martes ante el Congreso para solicitar el voto de confianza al Gabinete Ministerial del Gobierno de Dina Boluarte, pero se vio obligado a salir del recinto luego que un grupo de parlamentarios les gritaran “¡Asesinos!”.
Otárola acudió al legislativo en compañía de otros miembros del Ejecutivo, pero al llegar al hemiciclo fue recibido por un grupo de parlamentarios que alzaron pancartas y le gritaron durante varios minutos.
La reacción de los parlamentarios fue en respuesta a la sangrienta jornada registrada el lunes en Juliaca, departamento de Puno, al sureste del país, donde murieron 17 personas en medio de la ola de protestas que exige el cierre del Congreso, el adelanto de elecciones, la renuncia de Boluarte y la liberación del depuesto expresidente Pedro Castillo.
La acción provocó que el presidente del Congreso, José Williams Zapata, decidiera suspender la sesión del legislativo, lo que obligó a Otárola y demás ministros a salir del hemiciclo sin poder presentar al parlamento las medidas que pretenden ejecutar para conseguir el voto de confianza de los congresistas, como lo exige la constitución peruana.
Previo a la entrada de Otárola al hemiciclo, los gritos contra su Gabinete también se escucharon en los pasillos del Congreso, y dentro del salón de sesiones. Varios parlamentarios, a voz en cuello, tacharon de «derecha asesina» a la bancada que apoya al gobierno de Boluarte.
De acuerdo a medios locales, Otárola adelantó que el Gabinete Ministerial llevaría al Congreso una serie de medidas priorizadas por el Ejecutivo para atender áreas como salud, educación, agricultura, economía, descentralización, proyectos paralizados e intentar recuperar la confianza en las instituciones, que han sido afectadas por la crisis de gobernabilidad.
La crisis política en Perú, agravada tras la destitución de Pedro Castillo, se ha recrudecido en los últimos días con la fuerte represión de la fuerza pública contra los manifestantes, que deja un total de 45 fallecidos desde que iniciaron las protestas, el pasado 7 de diciembre.
Previo a la sesión parlamentaria se realizó un fuerte despliegue de seguridad en las inmediaciones del Congreso, que fue cercado por la policía y la fuerza armada, para evitar que los manifestantes se acerquen al Parlamento, como sucedió en ocasiones anteriores.
En la noche del lunes, tras conocerse las víctimas mortales, Otárola aseguró que el Gobierno recuperará el orden interno en Puno, que enviarán una comisión para iniciar un diálogo y que no permitirán que la ola de protestas se instale en la capital con la convotaroria de “La toma de Lima”, convocada para el próximo sábado 14 de enero.
“No vamos a cejar en nuestra defensa del Estado de Derecho, aquí nadie se va a correr, aquí no vamos a permitir que esta asonada que pretenden hacer nuevamente contra Lima se haga efectiva en los próximos días, como lo han anunciado”, dijo Otárola, quien calificó a los manifestantes de “violentistas”. Además, aseguró que las movilizaciones estarían financiadas “por intereses extranjeros” y “por dinero oscuro del narcotráfico”.
La presentación del titular del Gabinete Ministerial ante el Congreso obedece a un mandato constitucional que le ordena acudir antes de los primeros 30 días de asumir funciones, y en compañía del resto de ministros, para exponer y debatir la política de gobierno y pedir el voto de confianza del legislativo para actuar.
Para que el Gabinete que preside Otárola y las políticas que propone sean aprobadas, deben conseguir el apoyo del Parlamento con los votos de una mayoría simple, la mitad más uno del número legal de legisladores, que son 66 votos.