Gabriel Escobar enviado especial de EE.UU. para los Balcanes Occidentales aseguró en una reciente entrevista que EE.UU. no ve con buenos ojos la posibilidad de que las fuerzas serbias regresen al territorio de Kosovo. “Nos oponemos categóricamente, lo rechazamos categóricamente, no lo apoyamos en absoluto. También quiero decir que Kosovo tiene garantías de seguridad muy sólidas por parte de EE.UU.”, declaró Escobar durante el segundo día de su visita a la región, indicando que tales garantías “se manifiestan a través de la participación en la KFOR”.
Sus palabras tuvieron lugar al comentar el anuncio del presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, quien declaró que Belgrado quiere solicitar a la KFOR, la misión de la OTAN para el mantenimiento de la paz en Kosovo, el despliegue de militares serbios en la autoproclamada república de Kosovo.
Cuando Vucic anunció su intención de aplicar la medida, también señaló que sabía con antelación que la solicitud sería rechazada. Al mismo tiempo, el mandatario subrayó que esto “no es una posibilidad, sino una obligación para la KFOR”, refiriéndose a la resolución del Consejo de Seguridad, que fue aprobada en junio de 1999 y que fijó el despliegue de la misión pacificadora internacional, y establece que Belgrado podría enviar un contingente de seguridad a Kosovo tras la desmilitarización del llamado Ejército de Liberación de Kosovo y la salida de las fuerzas serbias.
Kosovo es una provincia de Serbia que se declaró independiente en 2008. Aunque EE.UU. y la mayoría de sus aliados la reconocen como Estado independiente, países como China y Rusia apoyan a Belgrado.