Este martes piso la prisión el edil número 14 en lo que va del gobierno del morenista Miguel Barbosa; se trata del panista Inés Saturnino López Ponce, quien gobernó Tecamachalco hace algunos ayeres y que hoy duerme tras las rejas acusado de dejar libre a un líder huachicolero del Triángulo Rojo.
La lista trágica ya sobrepasa la decena; algunos aún estaban en funciones como Felipe Patjane, de Tehuacán, a quien le arruinaron la boda con su detención. O Calixto N, edil de Tepatlaxco de Hidalgo, por abuso de autoridad; el de Honey, Ángel N, fue detenido con armas de uso exclusivo del Ejército Mexicano y supuestamente con más de un millón de pesos. Alejandro N, presidente municipal de Quecholac, sería familiar de “El Toñín” y también fue detenido a días de haber tomado posesión.
Los últimos ediles en funciones aprehendido fue Arturo Cajica Gómez, de Acatlán de Osorio, asegurado el pasado 9 de mayo por su presunta relación en el homicidio del director de Seguridad de esa demarcación, Héctor García Álvarez. El presidente municipal de Piaxtla, Miguel Maceda Carrera, fue detenido el 6 de julio, al ser investigado por la muerte de un hombre a manos de policías de su ayuntamiento, identificado como Ángel Tigre Aquino.
El resto son exediles que presuntamente debían cuentas en sus respectivos ayuntamientos, por lo que fueron apresados.
Esta, pues, es la calidad de la política que hay en Puebla. Varios de ellos son morenistas, algunos otros del PAN, PRD y PRI. Unos son abiertamente descarados, como el recién aprehendido, y otros más aún se dicen inocentes.
Sea como fuere, este hecho es algo que debiera preocupar a los poblanos y ponerlos a pensar ¿a quién le estamos dando el poder?