EL 6 de noviembre inició la 27ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), el encuentro anual más importante sobre acción climática que este año se realiza en la ciudad costera egipcia de Sharm el-Sheikh.
En la conferencia climática mundial de la ONU celebrada el año pasado, más de 100 países se comprometieron a reducir las emisiones de metano en un 30% para 2030. Un compromiso que no ha tenido ningún efecto real, recientemente France 24, ha constatado que las emisiones de metano «están alcanzando niveles récord».
Además, el desastroso efecto sobre el clima causado por los ataques terroristas que hicieron volar las tuberías que llevaban gas ruso a Europa; este es un tema tabú en la cobertura de la prensa hegemónica de la actual conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático.
Según una estimación de la organización medioambiental Environmental Defense Fund, la fuga en los gasoductos Nord Stream tendrá el mismo impacto climático en las próximas dos décadas que la contaminación anual de ocho o nueve millones de coches.
Según Marcelo Mena, exministro del Medio Ambiente y hoy director del Global Methane Hub, el metano liberado a la atmósfera contribuirá a elevar los niveles de ozono troposférico, un contaminante que «causa daño a la salud de las personas y afecta la productividad de las cosechas, haciendo que se dañen algunos cultivos».
Las alarmantes consecuencias de los atentados en el mar Báltico calificados por la parte rusa como «actos de terrorismo internacional» ocasionaron la mayor emisión de metano de la historia. Según diferentes estimaciones, la rotura de los gasoductos hizo llegar a la atmósfera más de medio millón de toneladas de este gas, cuyo efecto invernadero es 28 veces más poderoso que el del dióxido de carbono, al tiempo que su potencial para aumentar el calentamiento global es 80 veces mayor que el del CO2.
El mundo está aún muy lejos de los objetivos del Acuerdo de París, que entró en vigor en 2016, donde se establecen medidas para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.