Erika Nieto
Pues resulta que el habitante de Palacio Nacional insiste en el discurso de defender a los migrantes que viven en Estados Unidos, cuando en territorio mexicano las denuncias por violación de derechos humanos de todos aquellos que viajan al norte, aumentan de forma preocupante.
En una de sus acostumbradas conferencias mañaneras el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que durante la reunión que sostuvo con el secretario de Estado de la Unión Americana, Antony Blinken dejó muy en claro que no permitirá que ese país maltrate a los migrantes, principalmente de origen mexicano.
Además, insistió en que se deben cuidar los derechos humanos y que el tema migratorio no debe usarse con tintes electorales. Lo cierto es que quien se la pasa presumiendo el aumento constante en la cantidad de remesas es él y el partido político que hace poco extendió sus asambleas internas a algunos estados de nuestro vecino país del norte es el suyo.
Desafortunadamente ya es característico del mandatario mexicano que durante las reuniones con los funcionarios norteamericanos todo es cordialidad, según la información oficial, pero sus declaraciones posteriores en el aparador nacional que le da la conferencia mañanera son opuestas y hasta un tanto a la defensiva.
Aunque hay que decirlo, esos mensajes también se oponen a la realidad que los migrantes viven mientras cruzan por territorio mexicano y las cifras de denuncias registradas ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos, así como lo que argumentan los organismos internacionales que vigilan que se cumplan los derechos en las caravanas migratorias.
El panorama que dejó a la vista el último reporte de la organización Human Rigths First, dado a conocer apenas el 15 de septiembre, es que, por lo menos el 47 por ciento de todos aquellos migrantes que se ven obligados a esperar en territorio fronterizo mexicano debido al programa Permanecer en México (Remain in Mexico), han sufrido la violación de sus derechos humanos, así como actos violentos como tortura y hasta secuestro por parte de autoridades policiales.
Se dice que la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador es una de las más visitadas en giras de trabajo por funcionarios norteamericanos y es que los temas que preocupan a la gestión demócrata de Joe Biden son muchos, pero uno de los principales es el tema de la migración donde simplemente no se ven resultados claros por más inversión que Estados Unidos haga en países como México y de Centroamérica, por más reuniones que funcionarios de primer nivel lleven a cabo con el gabinete mexicano y con el propio presidente López Obrador.
Así que mientras las autoridades sigan pendientes de los errores en las políticas de nuestro vecino sin observar las propias, los migrantes se mantendrán vulnerables a los abusos, explotación de grupos delincuenciales y su vida estará en riesgo constante durante su trayecto por México sin importar la nacionalidad de dónde provengan.
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