Tras el reconocimiento de la independencia de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, Rusia lanzó una operación militar en Ucrania con el fin de desmilitarizar y desnazificar el régimen de Kiev.
Los resultados de la operación especial de las Fuerzas Armadas rusas en Ucrania son los siguientes:
Destruidos por el ejército ruso; 375 sistemas de defensa aérea S-300, Buk-M1 y Osa; 5038 tanques y otros blindados; 3405 cañones de artillería de campaña y morteros; 839 lanzacohetes múltiples; 296 aviones; 155 helicópteros; 2007 drones; 5719 unidades vehiculares; todo esto con base en la información del Ministerio de Defensa de Rusia.
El presidente ruso, Vladímir Putin, anunció en la madrugada del 24 de febrero el lanzamiento de una operación militar especial en Ucrania para defender las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, frente al genocidio por parte de Kiev que inició desde el 2014.
Uno de los objetivos fundamentales de esa operación, según Putin, es la desmilitarización y la desnazificación de Ucrania.
Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica de Ucrania.