El Congreso del Estado de Puebla se está convirtiendo en un patio de juegos para los legisladores, cada vez se toman menos en serio su trabajo.
Ahora, proponen que los diputados tengan la facultad de retirar iniciativas presentadas, antes de que sean dictaminadas para su aprobación el pleno.
¡Así! Si la iniciativa no les parece luego de presentarla, la pueden retirar con un “disculpe usted, mejor para la otra”.
¿Cuál es el peligro de esto? Que se permite que se juegue a la legislación; que si, a alguien no le parece lo que presentó un diputado, puede pedirle amablemente (sic) que lo retire y listo. Evitan problemas.
Pero, no solo eso, si una propuesta se presenta por un grupo legislativo y su coordinador, las que se denominarían “iniciativa a nombre de grupo”, podrían ser retiradas por la o el coordinador. O, lo que es lo mismo, si al partido no le gusta ¡retirenla!
Se busca, una vez más, torcer las leyes, hacerlas a modo; ¿ a quién favorece esto? Solo recordemos que, en la pasada legislatura hubo un “gran ganador” y no fue ninguno de los 41 diputados que despachan en el Congreso, sino el que despacha sentado en Casa Aguayo.