Puebla, Puebla. Los niveles de pobreza infantil en el estado de Puebla se han incrementado en los últimos meses, al reportar 69.9 por ciento del total de la población infantil en situación de pobreza, colocando a la entidad en el cuarto lugar nacional en este rubro.
Lo anterior, de acuerdo con un estudio elaborado por el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria A.C. sobre el “Gasto para la primera infancia en 2021. En un estudio Distribución en las entidades federativas”, solamente superado por Chiapas (83.6%), Guerrero (75.6%) y Oaxaca (70.6%).
En este sentido, señalaron que los estados que tienen una mayor proporción de población infantil en condiciones de pobreza, ejercieron menores niveles de gasto público en primera infancia.
Es así que señalaron una relación negativa entre el gasto per cápita en primera infancia, que va de cero a 6 años, y la pobreza infantil, lo que revela la grave situación en que una parte de la niñez poblana se desarrolla y la necesidad de profundizar las políticas gubernamentales para reducir las graves desigualdades que afectan a los hogares donde niñas y niños están inmersos, carentes en muchos casos de la mínima alimentación para su desarrollo.
De acuerdo con el estudio de Medición Multidimensional de la Pobreza, las condiciones de pobreza en el país se vieron seriamente afectadas con la llegada de la pandemia de Covid–19, al incrementar en 19 de las 32 entidades federativas en 2021.
Por lo que se refiere a la condición de extrema pobreza, que implica la obtención de ingresos insuficientes para adquirir la canasta básica alimentaria, sumado a tres o más carencias sociales, Puebla se ubicó entre los estados con alzas importantes.
Según las cifras del organismo, el número de pobladores en condiciones de pobreza en Puebla es de 4.1 millones, de los cuales viven en pobreza moderada 3.2 millones y en pobreza extrema 844 mil personas. Incluso en el primer trimestre de 2022, casi 50 por ciento de la población, tenía un ingreso laboral inferior al costo de la canasta alimentaria, lo cual es reflejo de las precarias condiciones en que las familias poblanas se reproducen.