Las cifras que presentaremos aquí son crueles y son duras, pero, sobre todo, no serán las últimas ni las mayores. Y eso es lo peor.
De acuerdo con uno de los reportes más recientes del Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (IGAVIM), Puebla se colocó como el onceavo estado con más carpetas iniciadas por delito de abuso sexual, con 467.
Este dato comprende el primer medio año del 2022.
En Puebla hay 50 municipios con alerta de género; este delito se incrementó al menos en 25 de ellos.
Y, aunque según datos de la Fiscalía el delito de feminicidio va a la baja, diversos organismos afirman que, de hecho, sería tres veces mayor el crimen respecto a los datos de la FGE.
En cuestión del delito de violación, Puebla es el octavo estado con mayor número de carpetas de investigación.
Y estas cifras suben cada vez más. Aquí vale la pena preguntarse, ¿para qué sirven las llamadas alertas de género? ¿de verdad están funcionando? Porque no parece.
Alguien dijo que este gobierno estatal, a cargo de Miguel Barbosa, era “el más feminista de la historia”. Si es así, ¿por qué siguen al alza estos delitos que, en su mayoría, se cometen contra mujeres de todas las edades?