Aquiles Montaño Brito
Morena elegirá a su nuevo líder estatal en unos días. ¿Y qué hay de nuevo en eso? Nada, realmente. Aun así, como en todos los partidos políticos los grupos de poder volverán a pelearse, como perros coléricos, la dirección estatal, porque eso puede asegurarles la candidatura en las elecciones de 2024.
El gobernador Miguel Barbosa ya lanzó a su candidato a la dirigencia estatal y lo mismo hicieron Alejandro Armenta Mier, Ignacio Mier, Claudia Rivera y los Méndez Márquez, o sea todos los morenistas (antes priistas, perredistas o viles porros) con ganas de suceder a un gobernador que no da ni pa’ tras ni pa’ delante. Veamos. En enero de este año, Publimetro difundió los resultados de varias encuestas: “Arias Consultores coloca al mandatario en el lugar 31 del ranking con apenas un 12.5% de aprobación, es decir, un rechazo de 87.5%. De igual forma, Consulta Mitofsky coloca al gobernador de Morena con un 46.9% de aceptación, esto es, una desaprobación de 53.1%. A su vez, México Elige pone a Miguel Barbosa con un 48.7% de simpatía, esto es, un 51.3% de rechazo. Esta misma encuesta precisa que 32.1% de las personas tiene una opinión pésima de Miguel Barbosa y 13.7 una opinión mala”. Es decir, la mayoría de los ciudadanos poblanos rechaza a Barbosa.
¿Por qué le va mal al góber? 1) Se ha peleado con todos los políticos, empresarios, organizaciones, movimientos feministas, la prensa, los morenistas y con la ciudadanía. 2) Copió las “mañaneras” de AMLO para aparecer en la prensa, pero como AMLO jamás tiene algo nuevo qué informar y hasta su directora de comunicación sale regañada porque no publicita “las obras” que ha construido (pero ¿cuáles?). 3) Su política contra el Covid fue un fracaso (en Puebla con 6.5 millones de habitantes murieron cuatro veces más personas que en China por Covid, que tiene mil 350 millones de habitantes); la inseguridad va a la alza y el señor tiene estacionadas (para que no se gasten) las patrullas rentadas desde el inicio de su gobierno; no hay empleo ni buenos salarios y al 52% de los poblanos no le alcanza el dinero para comprar la canasta básica, o sea que se mueren de hambre; las escuelas están abandonadas (porque el secretario de la SEP anda en campaña para la gubernatura); no hay una política de salud que ayude a los poblanos (Barbosa dijo que a los pobres no les daba Covid y que la vacuna era un mole de guajolote). 4) El gobernador no ha realizado obras en el estado y sigue a por b la política morenista de ceros obras. 5) Miguel Barbosa debe ser investigado por sus actos de corrupción en el Senado, su enriquecimiento inexplicable y porque varios ediles lo denunciaron como un “mochero”, es decir, que les pidió el 10 o 20% de las obras que bajó con el PEF. Es, pues, un pésimo gobernador.
Y los precandidatos de Morena ¡son peores! Ya vemos como a Ignacio Mier, amigo íntimo de AMLO, lo acusa la Unidad de Inteligencia Financiera por el delito de lavado de 400 millones de pesos y cómo su hijo putativo, el exdirector de Diario Cambio, el “Doctor Rueda” (como le gustaba que le dijeran), está preso por extorsión. O las acusaciones contra su primo Alejandro Armenta Mier por no entregar el dinero a los necesitados cuando fue director de Sedesol en Puebla. Es decir, si alguno de los morenistas gana la gubernatura en 2024, a los poblanos nos irá peor.
Quiero que recordemos lo que el mismo Barbosa dijo sobre su partido, el 6 de mayo: “Tal parece que (en Morena) no hay idea de qué hacer con un partido político. ¡Siguen los mismos! ¡Los mismos y otros peores que llegaron de México! Morena tuvo que haberse consolidado desde 2018. Y luego hablan de refundar a Morena. No… bueno, esa palabrita yo ni siquiera la conozco. ¿Quiénes quieren refundar siempre a la izquierda? ¡Los que la refundieron! […] Son malhechores. Se reparten candidaturas, hacen a sus hijos diputados, alcaldes, a sus novias. De veras. Venden candidaturas”. Pero eso no es todo. Recordemos lo que dijo Barbosa, el 9 de junio de 2015, sobre López Obrador: “La soberbia de Andrés Manuel López Obrador es infinita. El PRD (partido en el que militaba el góber) nunca será cabús de nadie, el PRD debe transformarse y si no lo hace sin duda que su destino será la extinción. Morena no es un partido nuevo, cómo lo va a ser con rostro como el de Andrés López Obrador”. Este es un retrato perfecto, pintado con la pluma de un conocedor.
Tratando de echar bajo el tapete toda la basura, Morena elegirá líder y algunos de los candidatos apuntados son Rosa Márquez, César Addi Sánchez, Carlos Hernández, Mario Bracamonte y el cacique de Huitzilan, Marco Alonso Aco Cortés, quien es apoyado por “Colectiva por Bienestar Social” y el exsecretario de Gobernación en la capital, René Sánchez Galindo, que es famoso por tres cosas: no hizo nada como secretario, se le acusa de riqueza inexplicable y es esposo de García Vilchis, presentadora de la sección “Quién es quién en las mentiras” en las “mañaneras” de AMLO, en donde semana a semana denota su barbarie para leer en voz alta (…y también en voz baja). Dice Sánchez Galindo que el cacique de Huitzilan cumple con los requisitos para ser el presidente de Morena.
Tomando la criminalidad de los políticos de Morena, que es un partido que recogió lo peor de la basura política en el país, que como dijo el góber es un partido que en el que todos son “malhechores. Se reparten candidaturas, hacen a sus hijos diputados, alcaldes, a sus novias (o que) venden candidaturas”, entonces sí, estamos de acuerdo con que Alonso Aco cumple con los requisitos para ser el presidente de Morena.
¿Y quién es este señor? Marco Alonso Aco Cortés es parte de una familia de caciques que hace muchos años llegó a Huitzilan para explotar la mano de obra indígena con la siembra de café y las tiendas de raya. Durante la segunda mitad de la década de los 70 y hasta 1984, los Aco contrataron a los pistoleros de la Unión Campesina Independiente para imponer la “justicia” en Huitzilan. Se les acusa de haber asesinado a unos 150 indígenas y de expulsar a miles que no estuvieron de acuerdo con su forma de operar. Los Aco cerraron la única escuela del municipio porque mataron al maestro. Los Aco empobrecieron a los indígenas, les arrebataron sus tierras. Los Aco tenían apoyo absoluto desde el gobierno estatal y desde la Presidencia de la República. Cuando el pueblo valiente, organizado y consciente, les arrebató el poder con la ayuda de Antorcha, los Aco asesinaron a los líderes, como a don Máximo de la Cruz, o a los presidentes municipales, como a don Francisco Luna Gobierno. El último crimen fue el asesinato de nuestro querido compañero Manuel Hernández Pasión, la tarde del 10 de octubre de 2017. Según las evidencias mostradas por la prensa, los autores intelectuales fueron Alonso Aco, el expresidente de Zacapoaxtla Guillermo Lobato y el cura José Martín Hernández. Todos ellos siguen libres. Alonso Aco es un criminal y bien puede dirigir a un partido de criminales.
Aco, Mier o Barbosa son los ejemplos más ilustrativos de cómo se desarrolla el crimen organizado bajo el manto de un partido político. Los poblanos debemos aprender de eso e impedir que un partido tan corrompido, tan ignorante, tan mentiroso, tan criminal e ineficaz en el gobierno siga con el poder en Puebla. Urge frenar a Morena. Esa es una tarea del pueblo politizado.
