La inflación en los energéticos y alimentos a nivel global causada por las sanciones impuestas por la Unión Europea (UE), EE. UU y la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) a Rusia, está agudizándose, por lo que, no hay unanimidad entre los 27 países que integran la UE para entregar la ayuda de 9 mil millones de euros a Ucrania acordado en mayo en la Comisión Europea a propuesta de la presidenta este organismo, Úrsula von der Leyen.
Los países de la UE están en riesgo de acabar sumergidos en una segunda recesión en dos años y el problema se exacerba por la preocupación de los Gobiernos europeos de que en los próximos meses su población no se tomaría bien el envío de semejantes sumas de dinero, especialmente si la energía se hace más escasa y costosa.
Lo difícil será llegar a un acuerdo para conceder una ayuda de 9 mil millones de euros, pues, apenas han entregado la novena parte; uno de los principales oponentes del envío del resto de los 9 mil millones de euros es Alemania, y sin su aprobación no habrá mayores avances, pues los 27 Estados tienen que llegar a una decisión unánime.
Está situación hace evidente que la ayuda de 750 mil millones de euros anunciada para la reconstrucción de Ucrania será incluso más difícil de acordar entre los Estados miembros de la UE.
