Jean Shaoul articulista de World Socialist Web Site expone que distintos organismos de la ONU advirtieron de que 2 mil 300 millones (el 30 por ciento) de la población mundial sufriría inseguridad alimentaria moderada o grave en 2021, y casi el 12% se enfrentará a una inseguridad alimentaria severa. Millones de personas en el Cuerno de África, el Sahel, Yemen y Siria, que ya sufren niveles graves de hambre y pobreza, se enfrentan a la perspectiva de una hambruna masiva.
El Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo 2022, publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), señala que, hasta 828 millones de personas, casi el 11% de la población mundial, pasaron hambre el año pasado (2021). La cifra ha aumentado en unos 140 millones desde el inicio de la pandemia.
Esta situación va a empeorar debido a la guerra provocada por Estados Unidos y la OTAN en Ucrania, y el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, David Beasley, advirtió que la crisis alimentaria provocada por la guerra llevaría a los países a la hambruna, causando desestabilización global, hambre y migración masiva a una escala sin precedentes.
Casi 3 mil 100 millones de personas (el 40 por ciento) de la población mundial no podrá permitirse una dieta saludable en 2020, lo que supone un aumento de 112 millones desde 2019 debido al aumento de los precios de los alimentos derivado de la pandemia.
Las agencias de la ONU en el informe de la Agenda 2030 cuyo objetivo Hambre Cero para 2030, culpaba a la guerra en Ucrania de la subida vertiginosa de los precios de los alimentos —los precios de los alimentos son un 34 por ciento más altos que hace un año y han alcanzado su nivel más alto desde 1990 —, no señalaba que el gobierno de Estados Unidos y sus aliados imperialistas provocaron la guerra y están decididos a continuarla “todo el tiempo que sea necesario” para derrotar a Rusia. Han impuesto sanciones a Rusia que como la prohibición del país del sistema internacional de transferencia de dinero SWIFT para destruir la economía rusa bloqueando sus exportaciones de combustible, alimentos y fertilizantes. Esto ha hecho subir los precios que ya estaban disparados debido a su fracaso en la política de eliminación del coronavirus, prolongando así la pandemia, trastornando la economía mundial y alterando las cadenas de suministro globales.
Las agencias de la ONU ignoraron la desenfrenada especulación financiera y el afán de lucro que están haciendo subir los precios de los alimentos. Por citar un ejemplo, una investigación de Lighthouse Reports, titulada The Hunger Profiteers (Los aprovechados del hambre), concluyó que en abril los especuladores eran responsables del 72% de la actividad de compra en el mercado de trigo de París, frente al 25% anterior a la pandemia.
Mientras que la riqueza de los más ricos crece hasta alcanzar la cifra récord de $11,8 billones, una suma equivalente al 12% del PIB mundial, riqueza que acabaría con el hambre en el mundo; para la mayoría de los trabajadores de todo el mundo, los salarios en términos reales han seguido estancados o incluso cayendo y países enteros se ven obligados a sumirse cada vez más en la pobreza.