El ex primer ministro japonés Shinzo Abe, quien fue baleado durante un discurso de campaña, murió en un hospital de la ciudad de Kashihara, prefectura de Nara, donde había sido trasladado tras el ataque, según informó hoy el Partido Liberal Democrático (PLD), citado por medios locales.
Tras el atentado, Abe, de 67 años, se encontraba en estado de paro cardiopulmonar y no mostraba signos vitales. En el hospital le practicaron una transfusión de sangre.
El atacante, detenido bajo sospecha de intento de asesinato, usó un arma de fabricación casera para disparar contra el político en dos ocasiones; tras lo cual fue detenido en el lugar de los hechos bajo sospecha de intento de asesinato.
El tirador, identificado como Tetsuya Yamagami y que anteriormente había servido en las Fuerzas de Autodefensa de Japón, afirmó en sus declaraciones a la Policía que estaba descontento con el político y que pretendía matarlo. Después de entrevistar al sospechoso, la Policía llevó a cabo un registro en su apartamento en la prefectura de Nara, donde se hallaron explosivos.
El difunto líder fue el primer ministro que más tiempo ha ocupado ese cargo en la historia de Japón. En 2006, Abe se convirtió en el mandatario más joven del país asiático a la edad de 52 años, pero al año siguiente tuvo que renunciar por una enfermedad crónica, la colitis ulcerosa.
Tras superar la enfermedad, Abe regresó al poder en 2012, prometiendo sacar al país de años de deflación y estancamiento económico con su fórmula ‘Abenomics’, una combinación de estímulos fiscales, flexibilización monetaria y una estrategia de crecimiento que atrajera la inversión privada.
Sin embargo, volvió a dimitir en 2020 por la misma afección. Abe, que ganó seis elecciones nacionales, se afianzó en el poder, reforzando el papel y la capacidad de defensa de Japón y su alianza de seguridad con EE.UU.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, afirmó estar «conmocionado» ante «el cobarde ataque» al exmandatario nipón. «Un verdadero amigo, audaz defensor del orden multilateral y de los valores democráticos. La Unión Europea está con el pueblo de Japón y Fumio Kishida en estos momentos difíciles», expresó.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, por su parte, calificó lo ocurrido como «un acto de terrorismo» y también expresó sus condolencias. «Estamos convencidos de que quienes planearon y cometieron este monstruoso crimen asumirán la debida responsabilidad», señaló la vocera de la Cancillería, María Zajárova, agregando que Abe es «un político excepcional que ha hecho una contribución inestimable al desarrollo de las relaciones ruso-japonesas».
Con información de RT.