Dado que el Congreso del Estado de Puebla se convirtió en un inmueble donde las causas justas rara vez son tratadas, cada vez son más los sectores que se manifiestan frente a él con la esperanza de mover la voluntad de la legislatura en turno, aunque son muy pocos los que lo logran.
En esta ocasión, tocó el turno las madres víctimas de violencia vicaria, quienes, desde hace más de un año, exigen que este tipo de violencia pueda ser reconocida en la ley y posteriormente pueda ser tipificada en los diferentes códigos de justicia.
Contigo Puebla habló con Andrea Lezama Bonilla, vicepresidenta de la Colectiva de Amorosas Madres Contra la Violencia Vicaria (Cam-Cai) y, por tratarse de un tema del que poco se conoce, reproducimos aquí algunos fragmentos:
- Respecto al exhorto que emitió el Congreso hace dos días, la Colectiva agradece la acción que están haciendo porque en diferentes municipios van a reconocer la violencia vicaria y ejecutar ciertas acciones, pero les recuerdan que, lo que se necesita es que se apruebe la ley. ¡Ya!
- Le recuerdan también a los diputados que se habla de vidas humanas en riesgo: “Somos miles de mujeres y niños que estamos en peligro, nuestras hijas e hijos, al estar con su agresor, su vida está en constante riesgo así como nosotras, no queremos que termine en infanticidio o en un feminicidio por parte del agresor”.
- Cuestionan el por qué no se ha aprobado la ley, si desde hace un año están trabajando con ellos.
- Por último, recuerdan a la ciudadanía que “la violencia vicaria es entender que se trata de violencia machista, normalmente el hombre la ejerce contra la mujer, utiliza a terceros para dañar a la víctima principal, en este caso, nosotras, puede ser desde objetos, mascotas, familiares pero, lo más fuerte, es nuestros hijos; los sustraen y entonces es ahí donde comienza esta violencia vicaria, como pierden poder ante nosotras, buscan sobre qué sí tienen poder que, lamentablemente, son nuestros hijos”.
Contigo Puebla siempre ha buscado ser una vía para que las causas justas sean escuchadas por toda la población; por eso, desde aquí también nos unimos al llamado de las Madres Contra la Violencia Vicaria.
Del Congreso del Estado muy poco se puede esperar en términos favorables, y no es una fobia propia, sino es la percepción que deja el poco trabajo y el mal actuar ante varias situaciones. Ya pasó, por ejemplo, con los desaparecidos,donde se impuso una ley a modo del gobernador y no considerando a las familias que tanto trabajaron. Esperemos, pues, no pase lo mismo en este caso.