Por Leticia Montagner
Las temperaturas extremas, tanto las muy frías como las muy cálidas, provocan miles de muertes cada año en América Latina, publicó la revista inglesa Nature, en medio de la discusión mundial del cambio climático.
Un grupo de científicos estudió la conexión entre el frío y el calor extremos y las defunciones en 326 ciudades de Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, México, Panamá y Perú, donde durante 14 años hubo 887 mil 313 desaparecidos por el clima extremo.
El título del estudio, donde intervinieron investigadores de Estados Unidos y Brasil, se llama Temperaturas Extremas y Mortalidad en 326 Ciudades Latinoamericanas.
En el texto se asienta que el cuerpo humano regula la exposición a las temperaturas extremas a través de la termorregulación, pues cuando está expuesto al calor, replica con la vasodilatación, con la cual el calor va de los músculos a la piel, que lo elimina a través del sudor.
En una exposición al frío, por el contrario, se activa la vasoconstricción y la termogénesis y en ambos procesos piden una exigencia física al cuerpo.
En condiciones de estrés por calor extremo, estos procesos de termorregulación pueden conducir a una demanda cardíaca, deshidratación y estrés pulmonar, explicó el artículo. En condiciones de frío extremo puede provocar una disminución cardíaca, hipotensión y finalmente, insuficiencia orgánica.
Josiah Kephart, Investigador de la Escuela de Vigor Pública de la Universidad de Drexel y coautor del estudio, explicó que recopilaron los datos de defunciones de esas nueve ciudades a lo largo de varias primaveras y eliminaron diversas causas como muertes violentas. A esos números los combinaron con la información diaria de las temperaturas en cada sitio.
El 5 % de todas las muertes pueden atribuirse por temperaturas más calientes o más frías que la óptima. De un total de 15 millones 400 mil de muertes registradas entre 2002 y 2015, al menos 887 mil 313 muertes estaban relacionadas con el clima.
El calentamiento integral ha quedado registrado en las últimas décadas en la temperatura media de las ciudades. Solo en México, la media aumentó dos grados en los últimos 35 primaveras, con una curva muy pronunciada a partir del 2005, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), del Gobierno Federal.
Se prevé, según los académicos, que la frecuencia de días extremadamente calurosos en las grandes ciudades de América del Sur aumente en el futuro entre 5 y 10 veces más rápido.
En cuanto a las causas de muerte, la temperatura afectó principalmente a aquellas personas con enfermedades cardiovasculares o respiratorias, con edades mayores de 65 años.
Es impactante y preocupante saber que las temperaturas extremas y la mortalidad van de la mano y si se piensa en el futuro, hay que tener cuidado con el cambio climático, el envejecimiento de la población sobre todo en las zonas muy urbanizadas que contribuyen a exponerse al calor extremo.
América Latina es una de las regiones más urbanizadas del mundo y tiene una gran población con riesgos de exposición al calor urbano, donde las temperaturas aumentan considerablemente más que en el campo.
Estos datos deben servir para trazar políticas a futuro, aseguró Kephart, quien indicó que hay más calor en las ciudades costeras de México, el norte de Argentina y el sur de Brasil.
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