Otro golpe más contra los comerciantes ambulantes planea asestar el gobierno municipal que preside Eduardo Rivera Pérez.
El ejecutor es, de nueva cuenta, el secretario de Gobernación, Jorge Cruz Lepe, quien anunció que, en aras de su anhelado ordenamiento de la ciudad, los ambulantes en los tianguis serán reducidos.
El primer blanco es el tianguis de la zona de Granjas de San Isidro, en donde, dijo, “se ha salido de control”.
El problema radica en que el gobierno del panista Rivera Pérez se enfoca en que se “ha salido de control” el crecimiento de los ambulantes en un espacio y, ¡claro, le da mala imagen a su ciudad! en lugar de preguntarse por qué han crecido los ambulantes.
Es decir, quiere detener el ambulantaje quitando a los comerciantes en lugar de atacar las causas del ambulantaje,entre las que se encuentran el desempleo que persiste, la carestía que aumenta y los malos salarios que no alcanzan para una vida digna.
Esos son, más bien, los problemas a los que debería enfocarse el gobierno de Rivera Pérez; combatirlos, pues, haría que el ambulantaje disminuyera. Quitarlos nada más, sin buscar una solución al problema que los origina, es querer tapar el sol con un dedo.
