Jeanine Áñez la autoproclamada presidenta interina de Bolivia el 12 de noviembre de 2019 sin el quórum necesario en el Parlamento, donde la mayoría le pertenecía al Movimiento Al Socialismo (MAS), acción que fue respaldada por las fuerzas armadas del país andino, considerado finalmente como golpe de estado; esta semana fue condenada a 10 años de prisión por los delitos de sedición, terrorismo y conspiración por la crisis postelectoral de 2019 que derivó en la renuncia del entonces presidente Evo Morales.
El Gobierno de Luis Arce informó este viernes sobre la condena de 10 años de cárcel para Jeanine Áñez al considerar que se sentó un «precedente histórico», aunque también anticipó que es apenas el inicio de los procesos contra la exmandataria interina, a quien también se enjuiciará por las muertes provocadas durante la crisis de 2019.
Áñez fue arrestada el 13 de marzo de 2021 en un operativo, encabezado por el comandante general de la Policía Boliviana, Jhonny Aguilera, y varios funcionarios de la Fiscalía, en su natal Beni y luego fue llevada a La Paz en un avión militar bajo un fuerte resguardo policial, donde Áñez tuvo que enfrentar todo el juicio de manera virtual desde la cárcel, pues las autoridades señalaron que era una medida preventiva por la pandemia y luego argumentaron que existía «riesgo de fuga».