“En 8 meses, Puebla ya no es la misma”. Esta fue una de las tantas frases que remarcó el edil de Puebla Capital, el panista Eduardo Rivera Pérez, al dar su informe por los primeros 240 días de su gobierno.
El edil dijo sentirse muy contento porque “hoy la ciudad tiene un nuevo rostro e imagen”.
Su logro más grande, en estos 8 meses, fue el reordenamiento del Centro Histórico que, para ser sinceros, se tradujo en un grave problema económico para los ambulantes que se las vieron negras para sacar el pan de cada día.
Resaltó también que, prácticamente se ha rehabilitado y pavimentado una vialidad por día, vieja leyenda usada desde su anterior administración.
Y dijo orgullose que ha detenido a más de 2 mil delincuentes e incorporado a más de 100 policías.
Si esto es así, ¿por qué la capital de Puebla sigue siendo de las más inseguras en todo el país?
¿Tapar baches arregla los problemas de los poblanos y mejora su calidad de vida? ¿No sería mejor invertir en hacer obra pública digna y eficiente, dotar de servicios básicos a las colonias más pobres?
¿Es con los parquímetros que se va a hacer todo lo que se necesita en la capital? Porque es por lo que lo vemos más preocupado, además de no pelearse con el gobernador, Miguel Barbosa, para poder asegurar el visto bueno del gobernante en el 2024.
Puebla ya no es la misma. En eso ni miente ni se equivoca, pero, lo que debemos cuestionarnos es si realmente es mejor que antes. Echemos un vistazo al pasado, prometió ser diferente al anterior gobierno y hacer mejor el trabajo, ser mejor, pues, ¿lo está cumpliendo?