El Ministerio Público otorgó la razón a la empresa, señalando que Carlos era responsable de padecer SIDA.
En noviembre de 2017, Estrella Roja de Puebla retuvo información médica de Carlos, trabajador de la empresa de autobúses que vive con VIH, violando la confidencialidad médico paciente, para después divulgar su estado de salud entre sus compañeros.
Por solicitud de la gerencia, Carlos se ve obligado a practicarse una prueba serológica sin su consentimiento, incrementándose los actos de aislamiento y segregación, acompañados de insultos y apodos.
Entonces, Estrella Roja inició un proceso de despido en su contra alegando fraude. Sin embargo, dicho argumento carecía de argumentos suficientes y nada se comprobó en su contra.
Carlos interpone dos denuncias, la primera ante el Consejo Nacional para Prevenir y Erradicar la Discriminación (Conapred) y la segunda en la Fiscalía Especializada en Delitos Sexuales y Violencia de Género de Puebla.
Sin embargo, el Ministerio Público (MP) otorgó la razón a la empresa, señalando que Carlos era responsable de padecer SIDA y que Estrella Roja actuaba de manera responsable al proteger a sus empleados.
En su desconocimiento, los empleados de la Fiscalía General de Puebla decidieron que Carlos tenía que resolver «un problema de aceptación» porque le molestaba que lo llamaran «puto y maricón» en su centro de trabajo.
Posteriormente, Carlos ganó un proceso de impugnación contra la determinación del no ejercicio de la acción penal, gracias a una jueza que señaló violaciones al artículo primero constitucional por parte del MP.
Actualmente ya no trabaja en Estrella Roja tras su despido en 2022. No obstante, al teléfono celular de Carlos llegan llamadas desde el conmutador de la empresa con mensajes de odio y canciones como “Puto” de Molotov.
Escucha la entrevista completa con Carlos, acompañado por Alaín Pinzón, director de VIHve Libre.