La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se divide debido a la concepción que tiene cada país que la integra, sobre la peligrosidad que observan de las fuerzas armadas rusas.
Mientras que Polonia ha pedido que se desplieguen más tropas de la OTAN en su territorio por temor a una invasión rusa. En cambio, naciones como Italia o Francia no creen que eso suceda y desestiman las peticiones polacas.
Además, también podrían aprobarse las solicitudes de ingreso de Finlandia y Suecia, un hecho que pretende avivar las tensiones entre la Unión Europa (UE) y Estados Unidos con el Gobierno de Vladímir Putin, quien aseveró que Moscú no tiene «problemas con estos países» y la expansión de la Alianza Atlántica a Finlandia y Suecia «no crea una amenaza directa para Rusia», mientras no se trate de construcción de infraestructura militar del bloque bélico a ese territorio porque eso podría provocar una «respuesta» de Rusia.
Por otra parte, el presidente de Turquía Recep Tayyip Erdogan manifestó que Finlandia y Suecia no debían molestarse en entregar la solicitud de inclusión a la OTAN porque sería rechazada en virtud de que Turquía no la aceptará por la existencia de grupos terroristas kurdos en esos países.