Graves acusaciones exhiben a Miguel Barbosa como el posible orquestador del atentado que sufrieron los indígenas de Coyomeapan.
En rueda de prensa, la diputada federal Inés Parra acusó a Barbosa Huerta y a la 4T de crear un baño de sangre.
El Colectivo Nacional Alerta Temprana de Periodistas fue más allá y afirmó que el gobernador tiene “las manos manchadas de sangre”.
Hasta la Secretaría de Derechos Humanos de Morena a nivel nacional, reprochó que el gobierno de Puebla encabezado por Luis Miguel Barbosa Huerta fue omiso ante el conflicto político y social en el municipio de Coyomeapan.
Mientras tanto, Barbosa calla y sólo se limita a decir que “hay ingobernabilidad”.
Y en lo que pasa todo eso, la sangre sigue corriendo. La noche del martes hallaron tres cuerpos en los límites de Puebla-Tlaxcala. Al parecer, se trataría de los tres jóvenes desaparecidos en Coronango.