* El Dr. Guevara Niebla condenó que la SEP no haya presentado su proyecto educativo para México a tres años de gobierno
El Dr. Gilberto Guevara Niebla condenó que la Secretaría de Educación Pública (SEP) pretenda alinear el nuevo modelo educativo y los libros de texto gratuitos a los propósitos de la Cuarta Transformación.
En entrevista con Joaquín López-Dóriga para Radio Fórmula el exsubsecretario de Educación Pública criticó que en los tres años de gobierno la Cuarta Transformación no ha dado a conocer su proyecto educativo.
De esta forma, lamentó, la propuesta de Max Arriaga, director de Materiales Educativos de la SEP, es descalificar la obra educativa implementada en México durante un siglo y despreciar el trabajo de los maestros, “un insulto”.
“Yo creo que se equivoca este señor, el problema es que no tiene evidencia que demuestre que la educación que hemos tenido en México es neoliberal.”
Lo anterior porque, dijo, el neoliberalismo lo único que hizo es promover bonos educativos que en México no se aplicaron, como sí en Estados Unidos.
Aseguró pues que el concepto se ha aplicado con frivolidad, irresponsabilidad y sin evidencia.
“Pensar que la cultura entera es neoliberal es una barbarie, es una propuesta oscurantista. Hay un error. Los maestros no son tontos, no se han subordinado a una doctrina de las élites del país.”
Defendió que los maestros reivindican a los niños y adolescentes al darles, en muchas ocasiones, todo el afecto que no reciben en sus casas a la hora de la enseñanza.
El Dr. Guevara Niebla condenó que Max Arriaga insulte a los docentes y los presente como “estúpidos o retrasados mentales”, sobretodo porque él no está relacionado con la educación.
“Yo dudo mucho que él haya sido maestro alguna vez. Yo como maestro yo no soy un imbécil, yo no soy neoliberal, nunca lo he sido y tampoco me dejaré convertir a la doctrina neoliberal por flaquezas personales.”
Reiteró que el discurso que presenta es confuso toda vez que no tiene definidos los objetivos que persigue “porque su rechazo a la modernidad llega a tal extremo que rechaza la lógica con la que nos relacionamos unos a otros”.