Angélica Villa Enciso
Son muchísimas las metidas de pata del gobierno autodenominado de la 4T y sus personeros, quienes al verificar que su “prestigio” se va al precipicio en caída libre, ya no hayan qué hacer en las mañaneras para desviar la atención de la opinión pública y detener su desprestigio, y hasta creen haber encontrado la fórmula infalible para justificar sus malas acciones.
Cada vez que aparece un nuevo acontecimiento que los desenmascara como corruptos, afirman: “los anteriores robaban más”, sin presentar pruebas ni seguir los procesos judiciales correspondientes para castigar a los supuestos delincuentes. Pero, esa afirmación la hacen como si el hecho de que otro hubiera cometido un delito justificara que la 4T tenga derecho a cometer ese u otros delitos impunemente.
El pueblo sabe que esa es una artimaña tautológica que no justifica los delitos que a ojos vistas cometen los líderes del actual gobierno federal y que tarde o temprano se castigarán conforme a derecho. Veamos, la austeridad republicana en entredicho:
Los últimos acontecimientos que demuestran que el gobierno morenista está bocabajeado es el hecho de que en la consulta por “revocación” dirán los morenistas “ratificación” del mandato del Presidente de la República se gastaron una millonada; 1 mil 692 millones de pesos y sólo participo el 17 por ciento de los electores (según datos oficiales abultados por los funcionarios de casilla que se encargaron de embarazar las urnas). ¡Todo un derroche de dinero que pudo haber sido utilizado para obras o servicios necesarios para la población, o medicamentos para niños con cáncer!
Habiendo llegado al poder con 30 millones de votos, teniendo la mayoría de las gubernaturas del país y no alcanzar ni siquiera la misma votación es, lo quieran reconocer o no los morenistas, una derrota estrepitosa.
Una más. Recientemente, fue inaugurado el mal llamado Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), donde casi ninguna de las aerolíneas ni las locales quiere realizar viajes en ese aeropuerto, actualmente sólo hay 12 vuelos locales diarios porque hay fallas técnicas que pueden generar colisiones aéreas sobre la ciudad de México, además de que no hay suficientes vías de comunicación ni transporte para llegar al Aeropuerto de Santa Lucía. El gobierno federal ha dejado entrever que obligará a las aerolíneas a realizar vuelos desde ahí, seguro que para justificar tanto gasto en el aeropuerto de segunda clase y seguro que utilizará como garrote a quien cobra los impuestos.
No obstante, AMLO sigue presumiendo, como si fuera un acierto, la cancelación del Aeropuerto de Texcoco y mañosamente dice que el gobierno federal se ahorró 125 mil millones de pesos. ¡Esto es falso! La cancelación del Aeropuerto de Texcoco costo 331 mil 996 millones 517 mil 600 pesos según datos de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) que advirtió, además, que podría incrementarse el costo por el pago de intereses al haber cancelado anticipadamente los contratos; si a esto se le sumas los 75 mil millones de pesos que costo el AIFA, significa que la erogación fue de 406 mil 996 millones 517 mil 600 pesos, sin contar la inversión que ya se había realizado en Texcoco y que se desperdició y fue de 98 mil 221 millones de pesos. Y lo peor, que tenemos un aeropuerto desolado, después de haber gastado miles de millones de pesos que se necesitan para satisfacer algunas necesidades del pueblo.
Y ahora, ¿dónde quedó la honestidad valiente y el combate a la corrupción? Además de los escándalos de corrupción de los familiares de López Obrador, empezando por sus hermanos Pío y Martín López Obrador, recibiendo dinero de fuentes ilícitas, a las que cínicamente el presidente llama “aportaciones”; la ostentosa casa gris de Houston, de su hijo José Ramón López Beltrán; la fábrica de chocolates “Rocío” propiedad de sus hijos que fue vinculada al mal manejo del programa “Sembrando Vida”; los contratos de Pemex con Felipa la prima del presidente, ¡que nada tiene que ver, con un conflicto de intereses! Desde luego.
Recordemos, también, los escándalos por corrupción de los principales funcionarios del gobierno de la 4T; las 23 casas de Manuel Bartlett Díaz director de CFE; la venta de respiradores a sobreprecio por el hijo de Bartlett, León Manuel Bartlett Álvarez; la renuncia de Jaime Fernando Cárdenas Gracia del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (INDEP) como director de este organismo, por haber encontrado graves irregularidades y falta de apoyo para corregirlas. Estas y otras más que sería larguísimo siquiera enumerar.
Ítem más. ¿López Obrador va a respetar a quienes piensan diferente porque él tiene adversarios no enemigos? En este contexto, el presidente de la República calumnia y amenaza a los periodistas que dan a conocer con argumentos fehacientes las acciones erróneas de su gobierno; calumnia sin pruebas, difama a través de su conferencia de prensa “mañanera” y crea un clima político delicado que pone en riesgo la seguridad de quienes piensan diferente a la 4T; lo mismo ha sucedido con los grupos feministas, con los estudiantes del CIDE, con los diputados de la oposición que no aprobaron la reforma eléctrica y que están siendo denostados en los distintos medios de comunicación como traidores a la patria (¿¡) por pensar diferente a López Obrador.
Y, ¿qué decir del Movimiento Antorchista? Que nuevamente fue calumniado en la mañanera afirmando sin comprobar que los dirigentes recibían 15 o 20 mil millones de pesos al año; acusación que una y otra vez ha venido repitiendo desde su pulpito inquisidor, pero que nunca ha presentado una sola prueba de su dicho.
Es más, ni siquiera repara en considerar la cantidad estratosférica que menciona, no existe esa riqueza, no existe esa fortuna porque es falso que el Movimiento Antorchista ni antes ni ahora ha sido subsidiado por los gobiernos. Todos los integrantes del Movimiento Antorchista han trabajado toda la vida, para ir construyendo los negocios que sustentan la lucha política de la organización.
Para demostrar esto, basta con revisar el tiempo en que se constituyeron, unos se fundaron hace 40 años y poco a poco se han desarrollado, gracias a una administración honrada que ha cumplido con los requisitos fiscales que exige la legislación del país.
Si esto es así, ¿por qué entonces López Obrador calumnia al Movimiento Antorchista? La respuesta es sencilla: ante la debacle de la 4T, la organización antorchista se ve en el horizonte cercano como una alternativa para gobernar el país, por eso, calumnia Obrador a Antorcha, porque es un competidor político de gran importancia. ¡Al tiempo!