Puebla, Puebla. La situación de los poblanos en la actualidad es preocupante, pues el estado se encuentra ante un panorama complicado y con signos de alerta ante los niveles de pobreza, inflación e informalidad.
La entidad poblana se encuentra ante un incremento escalonado y continuo de productos y servicios que han colocado a la inflación en más de siete por ciento; una pobreza laboral de 52.4 por ciento; informalidad laboral de 64.9 por ciento y la creación de dos mil 933 empleos en el primer trimestre de este año.
En este sentido, Mar Estrada Jiménez y Miguel Ángel Corona Jiménez, investigadores de la Universidad Iberoamericana Puebla; así como Marcos Gutiérrez Barrón, especialista de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), señalaron que la entidad atraviesa por una desaceleración económica como consecuencia de múltiples factores; así como un aumento de precios originado por una demanda adelantada a la capacidad de oferta, fenómeno que se podría frenar hasta el año 2024.
Esto, ante ante los indicadores del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), del Instituto Mexicano del Seguro Social (Imss) y del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) que revelan un panorama complicado para las familias con menores ingresos.
De este modo, Miguel Ángel Corona Jiménez, investigador de la Ibero Puebla señaló que esta situación se ha visto afectada por factores externos como la guerra en Ucrania y los problemas en las cadenas de suministro, así como la pandemia de la covid-19, la cual ha impactado de manera significativa en la operatividad del aparato productivo desde el cierre de actividades en 2020.
Al mismo tiempo, enfatizó que para enfrentar los problemas económicos, el Producto Interno Bruto (PIB) debería crecer, al menos, 4.5 por ciento al año; sin embargo, en este momento se aprecia una dinámica económica poblana detenida.
“El crecimiento económico para este año será muy modesto, lo que se traduce en menos generación de empleos, menos ingresos, menos consumo”, resaltó el investigador de la Upaep, Marcos Gutiérrez Barrón.
En la primera quincena de abril, la ciudad de Puebla alcanzó una inflación de 7.20 por ciento, la más alta en este 2022 y una de las más altas en los últimos 21 años.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) del INEGI reporta que los productos que reflejaron una mayor variación en el precio durante los primeros quince días de abril fueron: el jitomate con un alza de 16.65 por ciento; el chile serrano con 15.16 por ciento; lo servicios turísticos en paquete con 9.36 por ciento; el aguacate con 4.73; el pollo con 1.74; la tortilla de maíz con 1.14 por ciento ; y la gasolina de bajo octanaje subió 0.80 por ciento.
“El proceso inflacionario al alza, todos los pronósticos que existían de que la inflación se iba a ir moderando este año, se han rebasado y el proceso inflacionario se pronostica que va a seguir en los siguientes años”, agregó Gutiérrez Barrón.
Aunado a lo anterior, el INEGI dio a conocer que el estado de Puebla inició el año con una informalidad laboral de 64.9 por ciento, es decir, casi siete de cada 10 trabajadores en la entidad carecen de contratos, prestaciones y seguridad social.
En este tenor, la investigadora de la Ibero Puebla, Mar Estrada Jiménez explicó que la recuperación de empleos se ha dado en condiciones de informalidad o legalidad precaria; además, los sistemas de contribución no benefician a empleadores potenciales y golpean el bolsillo del ciudadano común.
El Coneval reporta que Puebla comenzó este 2022 con una pobreza laboral de 52.4 por ciento, es decir, más de la mitad de las familias no pueden adquirir una canasta básica alimentaria a pesar de destinar todos los recursos de sus integrantes para su alimentación.
Los factores macroeconómicos tienen efectos en la mayoría de los poblano y, en general de los, mexicanos, pero particularmente los de menores recursos.
“Si bien el año empezó con un aumento del 22 por ciento al salario mínimo que pasó de 141.70 a 172.87 pesos diarios, la subida en los precios de productos básicos nulifica los beneficios de percibir mayores ingresos”, apuntó Estrada Jiménez.
