“Vendepatrias”, así fue como Ignacio Mier calificó a todos los diputados de oposición que votaron en contra de su anhelada Reforma Energética.
El berrinche del poblano era de entenderse y esperarse: su amado lider le dio una tarea, hacer que la Reforma en cuestión se aprobara y, claramente, eso no pasó. El cumplimiento de esta labor le hubiera valida buen apoyo de AMLO en sus aspiraciones de llegar a Casa Aguayo.
Hoy, tras ese fracaso, sus anhelos se van complicando, si no es que desvaneciendo.
Este miércoles la diputada federal del Partido Revolución Democrática (PRD), Edna Gisel Díaz Acevedo, denunció ante el INE al coordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, junto con otros morenistas, por incitar al odio en contra de legisladores de la alianza Va por México, por votar en contra de la reforma eléctrica.
Los diputados de oposición han sido “boletinados” tras su voto por el coordinador de los morenistas en San Lázaro y por el presidente de Morena, Mario Delgado.
No podíamos esperar menos si el presidente ha puesto el mismo ejemplo; desde la máxima tribuna hostiga a quien emita una posición contraria a él. Así sus discípulos.
¿Es ser vendepatrias y traidor tener una opinión difierente a la del presidente? ¡Los tiempos de la 4T!