Jazmín Hernández
Es la noche. Es Ocoyucan. En un predio vacío, lo rondan camionetas y taxis con rótulos de otras zonas. Unos hombres encapuchados se reúnen al amparo de la oscuridad. Todos esperan instrucciones. Ninguno se va. Empieza a haber rumores y gente que corre de un lado a otro. Se escucha acerca de un despojo violento durante la madrugada, la gente de la zona resguarda a sus hijos, los mete a sus casas y se acerca al lugar en donde se pretende el choque de los porros. Pasan la noche y el frío de la mañana, tratando de ver qué es lo que sucede. Apenas clarea y varios coches suben al llamado Entronque de los Potrillos: “¿aquí es donde están regalando los terrenos?”
Los habitantes de la colonia Tlacaélel, perteneciente al municipio de Ocoyucan, notificaron a sus líderes que a través de redes sociales se estaba convocando a la toma de terrenos en el Entronque de los Potrillos y en El Tenayo, pertenecientes al ejido de la Junta Auxiliar de Santa María Malacatepec, con quienes su colonia colinda, por parte de un grupo llamado “Unidad de las Izquierdas”, liderado por la morenista Claudia Rivera Vivanco y por René Bejarano, gente muy cercana a AMLO.
Así se vivió la movilización de gente durante la noche del martes 22 de marzo. Sin embargo, al verse descubiertos abortaron el plan y eliminaron los grupos, no obstante, no alcanzaron a avisar de la suspensión de su plan y por lo menos una veintena de gente se presentó en el lugar, donde vecinos y ejidatarios explicaron que no se estaban regalando terrenos y que la gente que los había convocado solo les había mentido.
Así pasaron varios días entre ir y venir, entre ser vigilados por personas extrañas -en el pueblo casi todos se conocen-, y la gente solicitó el apoyo de la policía municipal, pues no querían problemas ni violencia, por lo que el Ayuntamiento a su vez solicitó apoyo por parte del Gobierno del estado para salvaguardar a la población e intervenir en el asunto.
Un asunto más se sumó a esta problemática. El sábado 26 de marzo ocurrieron dos cosas a la par, por un lado se manifestaba la agrupación de los 20 Pueblos de la región de Cholula, que exigen un alto a la depredación de los grupos inmobiliarios y a la desconsiderable forma en que se termina con el ecosistema, y a la par, un grupo de 20 hombres encapuchados y con palos conocidos como “porros” arribaron al lugar en el que días antes se había amenazado con el despojo de terrenos.
Al ver movilización de gente extraña, los vecinos llamaron a la policía municipal que acudió de inmediato al lugar, la gente y ejidatarios se concentraron y en poco tiempo la caravana arribó al lugar, un cerro apartado de la vista, en la caravana venían medios y, a decir de ellos mismos, corresponsales internacionales.
Pues bien, aquí hay algunas cosas que no parecen tener mucho sentido, en principio podemos preguntarnos: ¿por qué la caravana se desvió hacia el monte donde no había un alma en la que se pudiera crear un impacto sobre su manifestación?
Todos quienes hemos estado en un movimiento y sobre todo denunciando arbitrariedades del gobierno y de intereses individuales buscamos el mayor reflector posible para hacer conciencia en la sociedad del problema que representa tal o cual asunto. Ellos buscaron la soledad. Es muy raro.
Entonces, me parece errático ir a exponer a medio monte una demanda que no considero descabellada, pero que no sería vista más que por los matorrales, quienes conozcan el espacio del que se habla podrán dar fe de que es un paraje a las orillas de la capital poblana. Por lo que no encuentro sentido del punto de partida al punto de llegada de dicha caravana.
Durante el jaloneo entre los extraños y los oriundos del lugar, se pidió a los medios identificarse, para que hoy la prensa dejara un nuevo golpe a los ocoyuquenses, difundiendo que quienes defienden lo poco de terruño que tienen son partidarios de los grupos inmobiliarios que están en la zona, dejándolos como los malos y agresivos de la película, es por ello que doy un recuento de los hechos, porque no es así como está la problemática.
Esto deja a la vista que hay consentimiento entre los delitos que se cometen en el país y en el estado,gobernado por Morena. Además, se vislumbra que hay un apoyo mediático para que se cometan fechorías al margen de la ley, abonando el terreno contra quienes serán las víctimas del atropello.
Destaco que el Movimiento Antorchista y el gobierno municipal están preocupados por este problema, que es un crimen planeado y autorizado, un crimen que se basa en el abuso de la necesidad y conciencia de la gente, engañándola para enriquecer a quienes están al frente de grupos de choques y que se amparan de un partido que tiene el poder del estado y país.
Ya se verá en próximos días un desencadenado golpeteo mediático y más intentos de desestabilización, por ello, la población no puede ni debe dejarse engañar, deben y todos debemos estar alertas ante los sucesos que parecen venir de a poco.