Se dio a conocer que, en su plan de combate a la pandemia en 2021, el gobierno de Puebla gastó 1 mil millones de pesos, pero aún oculta los contratos e incluso reservó la información hasta por 5 años.
Cabe recordar que en el mes de diciembre el gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta presumió: “Pudimos afrontar el costo de esta pandemia con inversión pública de miles de millones de pesos”.
Sin embargo, el mandatario olvidó comentar que su gobierno oculta a quién entregó 1 mil 86 millones de pesos en contratos, mediante tecnicismos legales que remiten a contratos ilocalizables o impiden conocer los proveedores.
Fue de este modo, que en 2021, los proveedores más grandes se escondieron argumentando auditorías; los portales de transparencia de las dependencias gubernamentales remiten a contratos que no son públicos y se hicieron compras sin licitar por ser montos pequeños.
El único intento de la actual administración en rendición de cuentas es el portal de internet transparenciacovid19.puebla.gob.mx, en el que informan que el año pasado 38 instituciones públicas destinaron 1 mil 86 millones de pesos para combatir la pandemia, sin mayores referencias de quién recibió el dinero.
No obstante, ese monto no coincide con los 1 mil 32 millones de pesos invertidos en la pandemia que reportó la titular de la Secretaría de Planeación y Finanzas, María Teresa Castro Corro, en su comparecencia ante el Congreso del estado el pasado 27 de enero.
En las respuestas a las solicitudes de información, el gobierno del estado solo se transparentó a los proveedores beneficiados con 11.8 millones de pesos, y se reveló que fue reservada por 5 años la información de a quiénes se pagó los otros 1 mil 74.1 millones de pesos, a pesar de que por ley deberían publicarse en la PNT las versiones públicas de los contratos.
También se encontró que 12 dependencias compraron sin licitar, porque sus montos fueron “pequeños”, aunque sumaron 1.1 millones de pesos.
Es de señalar que la desinformación de las compras por covid-19 noes reciente, en 2020 se exhibió que el gobierno del morenista Miguel Barbosa tampoco facilitó los datos sobre las adquisiciones, algunas unidades de transparencia no laboraron por un año justificándose en el riesgo de contagios en sus oficinas; y aquellos contratos públicos revelaron que casi todas las compras fueron por adjudicaciones directas e invitaciones a cuando menos tres personas.
Según reportes, una técnica que aplicó la administración de Barbosa Huerta para ocultar a los grandes beneficiarios con las compras de la pandemia, fue que supuestamente cada año la Secretaría de la Función Pública estatal inició auditorías que impiden revelar detalles sobre este tema.