Hasta el día de hoy los artesanos y talleres dedicados a la comercialización de ropa o vestuarios artesanales, cuentan con muy bajas oportunidades de crecimiento laboral, pero eso no es impedimento para 5 jóvenes poblanos que con esfuerzo y dedicación han creado su propio taller de costura.
Calli Kentli, una palabra náhuatl que significa “Casa de vestuario”, es el nombre que tiene este taller de alta costura, donde pueden rentar o comprar atuendos tradicionales, prendas folclóricas, utilería y vestuario para montajes teatrales o bailes.
Estos cinco jóvenes son artistas de profesión que en su momento de estudiantes no contaban con un vestuario digno para sus presentaciones, por ello, decidieron crear este taller, para poder ayudar a los futuros artistas, bailarines, actores y todo aquel que necesite de una prenda no común en el mercado de alta costura y a precios accesibles para todos.
“Yo decidí desarrollarme en la parte del vestuario, porque yo me forme en el ámbito artístico, parte de mi carrera fue de formación dancística y viví la necesidad de conseguir este tipo de vestuarios, era complicado para mí, por lo que considere armar un taller y cubrir este tipo de necesidades para las próximas generaciones”, dijo Carlos Martínez, encargado del taller.
Calli Kentli es una pequeña empresa que no busca lucrar con la gente, tampoco son jóvenes que quieran enriquecerse con la venta de estos vestuarios, al contrario, su objetivo es brindar a todos aquellos grupos que se dedican a promocionar el arte y la cultura vestimentas de calidad a un precio accesible para todos.
Carlos Martínez Cruz, encargado del taller, dijo que este sector es acaparado por grandes industrias, lo que les quita muchas oportunidades de crecimiento.
“Muchas empresas roban los bordados originales de ciertas zonas del país, lo que les permite que su mercado sea mayor, y eso nos limita a crear algunos vestuarios por miedo a ser demandados como les ha pasado a algunas industrias de ropa, nosotros nos mantenemos gracias a una organización que se dedica a fomentar la cultura en todo el país”.
Esta microempresa no solo ofrece ropa folklórica, sus mismas necesidades a causa de la pandemia, los obligaron a diseñar y crear cubrebocas, pues, con la llegada del virus muchas escuelas, teatros y lugares de eventos sociales cerraron.
Si quisieras adquirir o solo rentar algún tipo de vestuario, el taller Calli Kentli se encuentra en la 4 poniente número 1710, Barrio de San Miguelito, Puebla o los encuentras en redes sociales como Calli Kentli.
