Después de recibir la solicitud de reconocimiento de la independencia por parte de los líderes de las repúblicas autoproclamadas de Donetsk y Lugansk, Denís Pushilin y Leonid Pásechnik, respectivamente y de la reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad ruso; Vladímir Putin presidente de Rusia reconoció la independencia de las repúblicas de Donestk y Lugansk.
Las palabras pronunciadas por Putin fueron: “Pido a la asamblea reconocer y establecer convenios de colaboración con Donetsk y Lugansk y a los que mantienen el poder en Kiev, les exigimos cesar las agresiones, en caso contrario serán responsabilidad de las autoridades de Kiev”.
Esa fue la conclusión del mensaje que el presidente de Rusia expresó a su nación, a Ucrania y al mundo, en el que explicó que la Ucrania contemporánea fue creada por la Rusia de los bolcheviques y el proceso empezó justo después de la revolución de 1917, como concesión a los nacionalistas y posteriormente, Nikita Jrushov dio Crimea y la región del Donbass a Ucrania, de esa manera se formó el territorio de ucraniano.
Posteriormente en 1980 en el marco de la crisis económica, las protestas ucranianas no trataban de las aspiraciones del pueblo sino de las elites, pero el PCUS solo se limitó a la palabrería de los principios de Lenin; tras las riñas dentro del partido cada una de las partes empezaron a considerar y privilegiar las actitudes nacionalistas concluyendo en 1989, con la aceptación del documento de la plataforma de la política nacional, en el que se reconoció que las repúblicas soviéticas tienen el derecho de estados soberanos y podrían bloquear las decisiones del gobierno soviético. A dos años de la caída de la URSS, los radicales nacionalistas dicen que la lograron ellos; eso fue resultado de la política nacionalista de los líderes del gobierno, que a la luz de los acontecimientos actuales fue un error.
No obstante, Rusia ayudaba a las antiguas repúblicas, dirigieron muchas solicitudes de ayuda y se les apoyo incluso a Ucrania y según la evaluación de los volúmenes de los créditos y el beneficio total, hasta 2013 constituyó para Ucrania más de 150 mil millones de dólares.
Las obligaciones antiguas constituían hasta mil millones de dólares, pero se trataba de una cosa: ayudar a todas las repúblicas, concluyendo el proceso de pago en 2017. En cambio, algunos, países tuvieron que rechazar a sus activos, pero Kiev no ratificó nuestros convenios y se negó a cumplir sus obligaciones.
Por ejemplo, en 2011 nuestro comercio superó los 50 mil millones de dólares con Ucrania, y antes de la pandemia nosotros teníamos menos comercio bilateral, pero de todas maneras decidieron no colaborar sino aprovecharse de Rusia y ellos simplemente nos robaban el gas; Kiev utilizaba el dialogo con occidente para recibir beneficios; también rechazaban todas las cosas que nos unían y tratan de borrar toda la genética con Rusia, de manera que el nacionalismo en ucrania se volvió rusofobo.
El concepto de civilización de occidente en Ucrania no trataba sobre las necesidades del pueblo sino el deseo de los oligarcas que tienen sus cuentas bancarias en el extranjero, algunos empresarios industriales llegaban al poder a través de los votos de los ciudadanos que los apoyaban, pero llegando al poder se olvidaban de sus promesas y también presionaban a las organizaciones que procuraban mantener las raíces rusas.
El poder en Kiev es propenso a la corrupción y puso en riesgo los intereses reales de Ucrania, sacrificaron los intereses nacionalistas, el estado contundente aún no se ha formado en Ucrania y se sometió a las riñas entre las elites de poder.
En 2014 cometieron el golpe de estado; la situación en Maidan, los poderes nacionalistas condujeron al país a la guerra civil, resultando que 6 millones de ucranianos tuvieron que salir al extranjero a buscar empleo, poco pagado y no calificado.
A partir de 2020 cerca de 60 mil doctores abandonaron el país; los precios del gas crecieron 10 veces; todo eso pasa porque las sumas que recibieron de la URSS las robaron y las distribuyeron entre sus bolsillos, arriesgando muchos puestos de trabajo y reduciendo el presupuesto nacional. Esa es la civilización de que habla occidente que genera pobreza.
Ucrania y la OTAN tratan de reforzar su seguridad a costa de otros estados, la carta de seguridad de 1991 de OSCE establece que “un estado no puede amenazar la seguridad de otro estado”, es evidente que no quieren una Rusia fuerte, solo basta con mirar como la OTAN no cumplió la promesa de no extenderse hacia el este.
Utilizaran la infraestructura militar de Ucrania para lanzar misiles contra territorio ruso; en otras palabras, la infraestructura militar se expande y todo indica que la membresía de Ucrania a la OTAN es una cuestión de tiempo, en ese escenario los riesgos crecerán de una manera significativa y van a crecer los riesgos porque en los documentos estratégicos se consideran los ataques preventivos.
Simplemente, dijo Putin no vamos a quedarnos de brazos cruzados, siempre vamos por vía diplomática, entendemos nuestra responsabilidad. Rusia ya propuso el plan sobre seguridad en la región, estableciendo el regreso a las fronteras de 1997 cuando fue firmada el acta fundacional entre Rusia y la OTAN, ahora los socios occidentales repitieron que cada país tiene derecho a establecer sus aliados y se escuchan lo mismo sobre las puertas abiertas de la OTAN, nos amenazan con sanciones y de todos modos las van a aplicar, pues siempre tendrán o crearán sus pretextos.
No hay voluntad para resolver pacíficamente el conflicto, el gobierno ucraniano lleva 7 años haciendo caso omiso a los acuerdos de Minsk y la población lleva 8 años sufriendo las acciones y ataques militares y después de la valoraron las sanciones, solicitó el presidente ruso a la asamblea el reconocimiento de Donetsk y Lugansk.
