Andrés Bonilla
Aun con la amenaza de represión, el 23 de febrero más de 3 mil estudiantes adheridos a la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios Rafael Ramírez (FNERRR) marcharán una vez más en Amozoc, para exigir solución a la demanda de 300 estudiantes del bachillerato 283 que piden la donación de un terreno para la construcción de su preparatoria.
Como ya sabemos, el 28 de enero Brenda León Gómez, delegada del gobierno del estado en Amozoc, amenazó a los estudiantes diciendo que si volvían a manifestarse habría una represión por parte del estado y que no les temblaría la mano así fueran estudiantes, pero ante esto los jóvenes pidieron la intervención del Gobernador del estado, Miguel Barbosa Huerta, pues los jóvenes aseguran que él no sabe sobre el tema y la delegada solo utiliza su cargo público para amedrentar a los estudiantes con amenazas.
Aunado a esto los jóvenes de la FNERRR han realizado cadenas humanas en varios municipios del estado, así como también han difundido en redes sociales fotografías y videos en las que aparecen estudiantes pidiendo la intervención del Gobernador, para que de una solución a su demanda, pero también haga alto a las amenazas de sus funcionariosque solo hacen que la demanda se haga mucho más complicada.
Desde hace tres años y medio que se inició con la gestión del bachillerato 283, el presidente Mario de la Rosa, se ha comprometido en resolverle a los jóvenes del bachiller y los ha citado en más de una ocasión para ya dar una solución a las demandas, pero a la fecha no se sabe de una respuesta que realmente resuelva el problema de los alumnos. Su última respuesta, después de haber dejado plantada a la comisión el pasado 28 de enero, fue a través de un oficio en el que redacta que en estos momentos no tienen recurso económico para poder comprar un terreno para el bachillerato.
Pero, insisto, ¿es muy difícil donarle un terreno a la SEP para que se construya un bachillerato en su propio municipio? Por que así debemos de analizar la demanda de los estudiantes, el terreno no se le dará a ninguna organización y mucho menos a un particular, el terreno debe donarse a la Secretaría de Educación Pública para que ella sea la encargada de construir las instalaciones del bachillerato 283. Además, en el barrio de Tepalcayuca solo le falta un bachillerato para que en esa zona ya se cierre el ciclo básico de educación.
Viendo esta situación, ¿tienen razón los estudiantes de la FNERRR al marchar para pedir un terreno donde se construirá un terreno? Creo que no es necesario mandar a amenazar a los estudiantes ni mucho menos cerrarles las puertas a este tipo de demandas que benefician a la educación de todos los jóvenes. El gobierno del estado debiera darles solución a estas demandas sin pensarlo dos veces, pero desgraciadamente tenemos a un gobierno que no se preocupa verdaderamente por la educación del país.