El Programa de Apoyo al Desarrollo Hidráulico de los estados de Puebla, Oaxaca y Tlaxcala, a cargo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), advirtió que 75.16 por ciento del agua superficial en la entidad poblana es explotada para diversos usos, entre ellos, el acaparamiento privado para generar riqueza.
Los recursos hídricos de Puebla incluyen importantes fuentes de agua superficial y subterránea en cuatro regiones hidrológicas: Pánuco al Noroeste; Tuxpan-Nautla al Norte; Papaloapan al Este y Sureste, y Balsas en el centro del territorio poblano.
El aprovechamiento del agua en la entidad representa en la agricultura (1 mil 962 hectómetros cúbicos hm3), abastecimiento público (385 hm3), industria autoabastecida (35.2 hm3) y energía eléctrica, excluyendo hidroelectricidad (6.5 hm3).
De acuerdo con el balance hidrológico global para el estado de Puebla, se estima que la cantidad total de agua que ingresa, así como el volumen que sale de él o se pierde, revela un excedente disponible de agua superior a los 5 mil hectómetros cúbicos de agua.
Sin embargo, la UNAM afirmó que el volumen no se encuentra uniformemente distribuido, pues mientras algunas zonas, como la Sierra Norte, cuentan con abundantes corrientes superficiales, en la porción Sur y área de la Mixteca son escasas, de poco caudal y son casi totalmente aprovechadas, aunque representan problemas de contaminación.
Entre otros datos importantes, informó que de los 19 acuíferos ubicados en Puebla, dos se encuentran sobreexplotados: el del Valle de Tecamachalco, de la cuenca río Atoyac, y el de Tepalcingo-Axochiapan, de la cuenca río Amacuzac.
Además de la sobreexplotación, señaló que Puebla presenta casos graves de contaminación en los ríos Atoyac y Alseseca, que resultan de las descargas de aguas residuales provenientes de las principales actividades económicas como los servicios y, fundamentalmente, la industria en sus diferentes ramos.