No sólo abandono de las necesidades educativas sino acometidas intempestivas e irracionales, son las acciones del gobierno federal, autodenominado Cuarta Transformación, contra la comunidad científica.
De los más recientes ataques está la imposición de José Antonio Romero Tellaeche como rector del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), cuyo nombramiento fue ratificado el 29 de noviembre, fecha en que la institución entró en paro y los alumnos tomaron las instalaciones como protesta. Ante el contundente rechazo de la comunidad universitaria por la ilegal imposición del rector, las autoridades del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) pretenden modificar el reglamento del CIDE para legalizar la imposición de Romero Tellaeche.
A la máxima casa de estudios de la nación, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se le ha atacado de derechista, de privilegiados y de no atender los problemas nacionales; además de establecer una campaña para reducir el presupuesto de la institución; mismo que ahora ha tenido una caída de 1.3 por ciento de manera real, al compararlo con el gasto de educación ejercido en 2019.
Otro agravio a la comunidad científica fue la denuncia contra 31 investigadores del Conacyt acusados sin fundamentos de asociación delictuosa y lavado de dinero, lo que derivó en una protesta masiva de la comunidad científica nacional e internacional por la campaña de descredito y persecución a las instituciones académicas.
La Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN) también están enfrentado la batalla contra la reducción de sus presupuestos; las universidades privadas como el Tecnológico de Monterrey y la UDLAP en Puebla no se han escapado de este acoso gubernamental.