Artesanos de la esfera de vidrio soplado ¡en crisis!

Artesano está considerando buscar otro empleo para mejorar sus ingresos. 

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Diana Iturbide 

Chignahuapan, Puebla.- Ubicado en la Sierra Norte del estado de Puebla y catalogado como Pueblo Mágico, el municipio de Chignahuapan es reconocido a nivel nacional por su belleza natural y por una de sus principales actividades económicas que es la producción de la esfera navideña artesanal de vidrio soplado, sin embargo, la situación de crisis económica que se vive en el país ha llevado a muchos productores de esfera a considerar cambiar de giro o a buscar otro empleo que les permita mayores ingresos. 

La crisis económica y la agudización de esta, a causa de la pandemia por el Coronavirus, retrasaron los trabajos en elaboración de las esferas y pintan un panorama difícil para los artesanos. 

Al respecto, Adrián Morales Barrios artesano de la esfera de vidrio soplado dijo que comenzó la elaboración de la esfera muy tarde, pues fue apenas hace tres meses que su cliente le llamó para que iniciara la producción: «a principios de año no hicimos nada, nada más tenía como doscientos cilindros. Ya cuando él me dijo: sabes qué, trabaja a todo lo que dé, pues uno a trabajar duro. Yo hice casi lo mismo de siempre, de todo el año, porque yo hago poquito, no hago mucho, hago como 800 o 900 cilindros». 

Además de iniciar tarde, explicó, él y su familia se enfermaron de Covid-19 y ya no pudieron trabajar al ritmo que se requería, lo que retrasó la producción. 

Frente a esta situación, don Adrián dijo que la inversión en la elaboración de esfera fue poco y la ganancia también, pues debe pagar a un trabajador que le apoya y él no cobra la globeada, pintada ni encapuchada de la esfera, lo que apenas le permite obtener una ganancia, por ejemplo, de 60 pesos de inversión unos 100; sin embargo, aunque parece que casi duplica lo invertido, debe apartar la inversión para el próximo año, el pago del trabajador y mantener a su familia por todo el año.

De ahí que consideró: «quería irme a trabajar, porque yo aquí no veo futuro; cada ocho días voy al mandado y, a veces, no tengo ni para dar el gasto, y pues si agarrando todo de la esfera, pues, ya no voy hacer nada. Nada más le voy dando vuelta y no veo, cada año es lo mismo, le repito, a lo mejor saco algo, pero tengo que volver a invertir todo eso. Es lo mismo, lo mismo siempre».